Felicidad
Adriano Herrera Álvarez
“La Felicidad es un Arma Caliente” Lennon/McCartney
Hay millones de tipos de felicidad o bienestar, como habitantes existen en la Tierra. Cada persona tiene su forma de procurarse felicidad: “La felicidad es un estado de ánimo o sensación de bienestar y satisfacción, caracterizado por emociones positivas y una percepción general de la vida como positiva y significativa”. “Las definiciones y perspectivas de la felicidad son: Subjetiva, Estado de Ánimo, Bienestar, Enfoque del Presente, Establecimiento de Metas y de Trabajo, Relaciones Sociales, Propósito, Cuidado Personal, Estado Psicológico, Filosofía, Biología, en resumen, la felicidad es un concepto multifacético y personal que implica una sensación de bienestar, satisfacción y alegría. Si bien existen factores externos que puedan influir en ella, también hay mucho que podemos hacer para cultivar la a través de nuestras acciones y actitudes”. En estas definiciones, vemos que la felicidad tiene varias aristas, debemos poner en perspectiva nuestra forma de vida: cómo vemos al mundo interno y externo, el amor que procuramos, el amor propio y sobre todo la disposición a tomar la vida como venga, con estoicismo, ética personal y espiritual.
Veamos, la vida además contiene infelicidad, aberraciones, limitaciones, ¿cómo puede un hombre ser feliz cuando es afectado por enfermedades graves?, o, cuando no hay una economía estable para la manutención familiar, vestimenta y recreación, o cuando los problemas familiares nos agobian, o cuando nacemos con alguna enfermedad hereditaria, cuando se nace en una familia de delincuentes, la orfandad y otras formas de vida, aun así es posible cuando despierta la conciencia, procurarnos una vida que nos brinde paz, felicidad…en estos casos es difícil pero no imposible.
El precio de la felicidad es estar alerta, tanto de nuestras acciones, pensamientos, palabras, sentimientos, deseos.
Vivimos en un mundo maravilloso, pero también un mundo plagado de guerras, terremotos, inundaciones, hambruna -la más vergonzante-, violento, presencia del narco, violaciones, asesinatos a infantes, madres e hijas desaparecidas, inseguridad, traiciones y mentiras de estado, accidentes planeados y así puedo mencionar muchos engramas que hacen difícil vivir, pero aun así, existe la esperanza, la intención de encontrarnos, de buscar nuestro centro, equilibrio y finalmente la obtención de la felicidad.
La felicidad no es una línea recta, la felicidad puede ser un momento, un encuentro satisfactorio, sacarse la lotería, amar a la pareja, la virtud de amar al mundo y lo que contiene, enamorarse y otras cosas más, la felicidad es intermitente, el secreto es encontrar la oportunidad de tener una forma de vida que nos proporcione creatividad, salud, diversión, visión…si no nos proporcionan la completa felicidad, encontraremos paz, tranquilidad, que para mí en esto estriba mi felicidad, con pocas altas y bajas, en armonía conmigo y el resto del mundo, también hay momentos tristes como la muerte de alguien a quien amábamos, pero la aceptación -no la resignación-, tiene mucho que ver con la valentía y la templanza, la esperanza, siempre teniendo en cuenta que la muerte, como sea, es natural, invariable.
He tenido en mi vida muchos momentos de infelicidad, entre ellos, la tristeza, la miseria económica y espiritual, las adicciones, un accidente automovilístico -que casi me cuesta la vida saliendo ileso en la carretera a Puerto Escondido-, los decesos de amadas personas, pleitos físicos y morales, depresión, ganas de colgar los tenis, “soledad”, decepciones amorosas, dos operaciones quirúrgicas y otras cosas más, al final pude darme cuenta a través del estudio metafísico, el yoga, la sobriedad y la consciencia de estar consciente, el vivir día por día…que el único responsable de todas estas calamidades soy yo, por la ignorancia, las influencias y la falta de sentirme vivo, pero, tenía que pasar por todas estos estados para llegar vivo, en paz hoy, con el aprendizaje y la práctica de la buena vida, la gratitud de que estoy gozando la vida, sin cortapisas y feliz.
El hombre que está sereno y orientado en el pensamiento correcto, que brinda solamente buena voluntad a los demás hombres, y aquel que no teme, no puede ser influenciado por los malos pensamientos de otros, eso naturalmente produce independencia y felicidad.
Existen varias maneras de saber que está en nosotros la felicidad, cada una adecuada a la forma de ser de las personas, unos pueden ser “felices” dañando a otros, pero existen los más que la felicidad representa, no solamente un estado óptimo, sino también una obligación por los bienes recibidos sin pedirlos, la vida, por ejemplo y miles de cosas más, de algunas nos damos cuenta y otras provienen del Bien Mayor que es Dios, que muchas veces actúa sigilosamente, hasta que te das cuenta de los tesoros que poseemos y de las cosas que hemos salido airosos, con vida.
Peter Demianovich Oupensky, filósofo, matemático, psicólogo, exoterista -estudio y práctica del esoterismo- y escritor ruso, menciona en su libro “Tertium Organum”: “El amor y la felicidad son un fenómeno cósmico y le abre el mundo de la Cuarta Dimensión: “El mundo de lo Maravilloso”. Todos los hombres se están iniciando en el amor, Jesús menciona: “Os he dado un mandamiento: que os améis los unos a los otros.”
El amor verdadero es desinteresado y está libre de miedos, se esparce sobre el objeto de su amor, sin exigir nada a cambio, la alegría de dar es su felicidad. El amor y la felicidad es la manifestación de Dios y la fuerza magnética más fuerte del Universo. El amor y la felicidad puros, no necesitan buscar o pedir, pues si es desinteresado atrae hacia sí al amor.
La liberación del hombre viene cuando cognita que el mal no tiene poder, entonces es cuando encontramos la verdadera felicidad…
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