Reflexiones Futboleras
Adriano Herrera Álvarez
Ah, el fútbol, deporte que disfruto desde mis tempranas juventudes, en el tiempo en que la Primera División, se jugaba en el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, en la CDMX, con el Necaxa del “Chatito” Ortiz, de Peniche, con el América de Borja, Bosco, de Babá y así podría mencionar a muchos. Para aquel entonces la manera de jugar era diferente, había corazón, coraje, valentía, como decía Fernando Marcos: pundonor: “Sentimiento de dignidad personal y colectivo que exige atención y dedicación continua en una labor o profesión”, según la RALE; los sueldos eran otra cosa, si querías vivir del fútbol en los años cincuenta-sesenta, no podrías, debías de tener otra profesión u oficio para poder subsistir.
Con el tiempo se inauguró el flamante estadio Azteca, el 29 de mayo de 1966 a las 12 horas, con una capacidad de 87.000 espectadores, diseñado por los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares Alcérreca, su construcción inicia en 1962 como parte del proyecto para obtener la sede de la Copa Mundial de Fútbol 1970; con un encuentro amistoso entre el América y el Torino de Italia, empatando a dos tantos, el primero en estrenar la portería norte con un golazo, fue el jugador americanista el brasileño Arlindo dos Santos. Este estadio como bien lo sabemos pertenece hasta la actualidad al Grupo Televisa. Es el único estadio que ha sido escenario de dos finales de Copas del Mundo, la de 1970 y 1986, un estadio impresionante. Es el estadio de la consagración del mejor jugador de la historia antigua, Edson Arantes do Nascimento “Pelé”, en 1970, ahora sé sin equívocos, que el más grande es y será Leo Messi, que es un fuera de serie, espectacular y efectivo, le seguirán Cristiano Ronaldo y otros más con menor jerarquía.
Ahora el fútbol es diferente, los jugadores ganan sueldos estratosféricos, que por lo menos en México, inflan al jugador y la efectividad en el campo se pierde, los jugadores actuales -no todos, claro- son unas divas, apenas los tocan y se caen, haciendo de esto una obra teatral. En una ocasión en una entrevista con el “Tuca” Ferreti declaró, que al jugador le “faltan cojones”, entrega y buenos resultados y mencionó: “Fui a ver el entrenamiento de las chicas futbolistas de la UANL, cuando una se cayó por una falta, teatralizando, otra le dijo: “¡Levántate, no seas hombre!”, de ese tamaño señores. Todos nos damos cuenta por las repeticiones que le hacen al cuento, pero aunque la FIFA haya decretado que era sancionable el fingimiento de las faltas, éstas merecían, primero la amarilla y la segunda expulsión, algunos jugadores perfectos cobardes lo siguen haciendo, entre ellos el mismísimo Neymar, que ha sido criticado fuertemente por sus admiradores.
El fútbol en México está decayendo, la selección va a Qatar 22, pero yo me pregunto ¿ a qué va?, con ese equipo tan mediocre, el tridente, Jiménez, Lozano, Corona no funciona, no lo vimos ahora en las eliminaciones de Concacaf, cuando eran equipos que en otros tiempos los vapuleábamos diez a cero y México era el amo y señor de esta área, imagínense ustedes si tuviéramos que eliminarnos en la Conmebol, pues no hubiéramos ido a ningún mundial, de plano. Los equipos como EU, Panamá, Costa Rica, han invertido en el fútbol y cada cuatro años, en las eliminatorias son mejores, no es tan fácil como antes, así es que cuidado, lo bueno es que para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, al parecer por ser sede no nos tenemos que eliminar con nadie, pero, quien sabe, falta mucho aún.
Ahora el “Tata” Martino resulta que no puede viajar en avión por una enfermedad ocular y la presión a esas alturas podría resultar fatal, posiblemente se tenga que ir en barco o subir por el Estrecho de Bering y bajar por Rusia, luego Asia con destino a los Emiratos Árabes, que me parece algo cómico y fantasioso. Muchos soñamos con el quinto y sexto partido, pero solamente soñamos, el grupo de México no está nada fácil, nada más con Argentina, que nos ha eliminado varias veces, y comandados por Messi, no bueno…
Toda mi vida le he ido al Cruz Azul, desde que jugaba en Ciudad Jasso en Hidalgo, pero ya ha disminuido un tanto mi afición a los azules, desde que en una final, la perdimos con un gol del portero, si señores del portero contrario, el colmo, pero sigamos consumiendo fútbol…pero de Europa.