Perdona Nuestras Ofensas
Adriano Herrera Álvarez
“La prueba de moralidad de una sociedad es lo que hace por sus hijos.” Dietrich Bonhoeffer
Es un tanto extraño encontrar en internet cortometrajes, ayer precisamente, navegando por Netflix, encontré un cortometraje excelente de solamente 15 minutos: “Perdona nuestras ofensas”, producción estadounidense que en tan poco tiempo logró impresionarme por el crudo contenido: la caza de los nazis a personas discapacitadas desde el año 1939 en la Alemania nazi, el Programa AktionT4.
Si de hecho ya la Segunda Guerra Mundial causa horror, esta historia es impactante, porque se trata de niños, como dijo Serrat: “Los macarras de la moral, se olvidan que en el mundo hay niños.”
En este caso, en una Alemania de 1939, cuando Hitler quiere formar la raza pura, la aria, se dio a la infamia de matar a 300.000 discapacitados y esterilizar a 400 000 infantes por el hecho de tener alguna deformación o tara, de la que los niños no tienen culpa alguna, algo que se me hace un tanto difícil dilucidar, cognitar, si ya de hecho nacieron con una discapacidad, está el horror de ser perseguidos, asesinados, golpeados, torturados por nada y digo nada es nada.
En estos tiempos del siglo XXI, no dudo ni tantito, que en algunos países incluyendo México, existan personas que detestan a las personas que sufren por nacer diferentes, el odio encarnizado no solamente a personas con capacidades diferentes, sino a homosexuales, lesbianas, transgéneros, indígenas, pordioseros, lavadores de carros, alcohólicos que viven en la calle, músicos urbanos, prostitutas y más, son detestados por ciertos grupos de las sociedades mundiales.
Este cortometraje me cimbró, me entristeció y me enfurecí con la naturaleza humana, del sino de los malos sentimientos, del atreverse a vejar a niños, adultos y ancianos, muchos de ellos acabaron sus vidas en los campos de exterminio, como parece ser, en el México actual existen, mala cosa…
Este cortometraje no es divertido, ni alegre, solamente denuncia en poco tiempo parte del carácter del ser humano: cruel, despiadado, incongruente e infamante, entre otros; esto no quiere decir que el hombre nazca siendo malo, somos buenos en el principio, ¿qué hace cambiar al hombre para volverse deshumanizado?, la familia, la educación, lo que observa en la sociedad y lo que le produce, ¿qué nos insta a matar, a hacer sufrir a nuestros congéneres y hasta a los animales?, el aprendizaje mal aprendido, o sin él, la falta total de ética, la intolerancia, la estupidez y los seres que nos rodean, que influyen de una manera casi total, en las decisiones que tomamos en esta vida, por eso el humanista L. Ronald Hubbard, dice que hay que tener cuidado con los antisociales, los aberrantes lobos con piel de oveja, que tiran la piedra y esconden la mano, los hipócritas belicosos y los supresivos, que son los más peligrosos, porque a toda costa desean que las cosas edificantes no se realicen y suprimen todo acceso a la justicia, al bien, a la bondad y al amor.
Todo en la vida es una decisión, según la que tomemos será el presente, el futuro de nosotros y nuestros congéneres, nuestra familia y la sociedad en general.
“Perdona nuestras ofensas” es un mensaje, una alegoría, una representación de los horrores que produce el hombre, en su afán de ganar una guerra, de exterminar a los que piensan diferente.
La Geografía es la madre de la Historia, porque en todas, absolutamente en todas las conflagraciones son por ganar territorio, la Primera Guerra Mundial, la guerra en Vietnam, la guerra del Golfo, Irak, Irán, Israel y otros están en este momento histórico o afectadas por guerras pasadas o por las atrocidades del presente, siempre hay guerra, prevalece el odio en las religiosas, que me parece algo absurdo cuando solamente existe un Dios, llamémosle como lo llamemos: Buda, Krishna, Alá, Mahoma, todos son uno y solamente uno. Este cortometraje se centra en un niño discapacitado, le falta parte del brazo derecho, y cuando los nazis buscan al niño, él escapa con la ayuda de la madre que es asesinada, no quisiera contar más de esta historia, véanla, al final hay una verdadera sorpresa.
Posteriormente de ver el corto, muchas ideas vinieron a mi mente, además del sentimiento que me produjo la manera tan fácil de matar, de quitarle la vida a quien sea…¿que se necesita para ser ético?, yo tengo muchos defectos, pero ninguno de ellos me impulsa a la violencia, trato de realizar lo bueno y no caer en la aberrante idea de realizar algún delito o hacerle daño a alguien o a mí mismo, no.
Muchos quisiéramos un mejor mundo, pero una frase del filósofo José de Krishnamurti nos enseña: “La paz individual es la paz del universo”, tiene razón, ¿cómo quiere el ser humano tener paz, si su mente está llena de conceptos delincuenciales, aberraciones?, por eso la libertad de cognitar depende de estar alerta, de nuestros pensamientos, lo que decimos y lo que actuamos, encontrar nuestro centro de vivir plenamente sin ofender, sin lastimar, ¿cómo lo logramos?…con amor…difícil, pero no imposible.
“Perdona nuestras ofensas” fue dirigida por: Ashley Eakin, protagonistas: Knox Gibson, Hanneke Talbot, Justin Mader///USA.
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