Serrat
Por Adriano Herrera Álvarez
En el año de 1989, estaba casado con la Lic. Norma Elizabeth Valtierra, ella muere y quedo devastado, solo, dolido, sin poder creer lo que pasó, entonces decido recorrer la república de cabo a rabo, solamente me faltaron Baja California y Sonora; lugar en donde me contrataban, periódicos de aquí y de allá, me pagaban y a otro sitio. Llegué, -la verdad no sé cómo- a San Luis Potosí y entré a trabajar en el periódico “Pulso”, donde como siempre, solamente escribí sobre Cultura y Arte. Es el peor lugar en donde he trabajado, mucha envidia, recelos, ignorancia y un tipejo que me traía azorrillado, me hacía la vida imposible, posteriormente y lo menciono no con orgullo ni soberbia, pero arreglé mis diferencias con el retrógrada mencionado, como lo arreglan los hombres de antes: “un tiro derecho”, para mi fortuna, me salió un golpe desde lo más profundo de mi alma resentida, que le rompí el hocico -perdón para los ortodoxos lectores-, jamás me volvió a molestar e hicimos una mediana amistad, todo por el simple hecho de haber nacido en la Ciudad de México, “chilango” para otros, en el tiempo en que había un dicho, no solamente infame, sino canibalísimo: “Haz patria, mata un chilango”, una frase no solamente ridícula, altamente racista y estúpida.
Quienes conocen San Luis Potosí, posiblemente conocerán el Teatro de la Paz, un teatro estilo románico, al lado de la barroca y antiquísima Iglesia del Carmen, que tiene algo que no tienen otras iglesias de este estilo: en la parte alta, el Remate del templo, está la virgen cobijada por un manto tomado por ángeles, un recinto religioso de gran belleza. Me entero que hay una conferencia de prensa para entrevistar a Joan Manuel Serrat; debo decir que no me gustan las conferencias de prensa, preferí hablar con el apoderado, para que me arreglara la entrevista yo solo, sin nadie que preguntara vanalidades, y así fue, al término del concierto estuve en el camerino de Serrat haciendo una entrevista libre y sin distractores.
Este método me funcionó a lo largo de mi carrera para entrevistar a artistas como José Feliciano -de quien escribiré-, Irma Serrano -que me recibió en su casa-, Jim, Morrison en el “Forum” de los Hermanos Castro, Amaury Pérez, Alberto Cortéz y otros más. Serrat es un ser humano cálido, sincero, al fin y al cabo músico-poeta. El teatro a reventar…
Joan Manuel Serrat Teresa, nace el 27 de diciembre, en el año de 1943 en Barcelona, España, en el barrio de Pueblo Seco, en el seno de una familia obrera, empezando su carrera artística a la edad de 17 años. Mientras grababa la entrevista me dijo que la música que oyeron sus hijos de pequeños, era de un músico y compositor mexicano: Francisco Gabilondo Soler, “Cri-Cri”, que le gustaba el mariachi y los boleros de los tríos mexicanos: Los Panchos, Los Tres Ases, Los Tres Diamantes, etcétera, etcétera y que México era en aquel tiempo un gran país -me gustaría saber su opinión del México actual-, en el que estuvo exiliado por el lapso de un año, porque el gobierno de Francisco Franco lo buscaba como enemigo del régimen, “anarquista”, viviendo en la Ciudad de Cuernavaca, Morelos, haciendo giras por todo el país, por lo cual está muy agradecido, mencionando que México es su segunda patria.
De su gran discografía, para mi gusto, me deleito y me entristece el LP “Miguel Hernández”, que con su mejor arreglista Francesc Burrull, realizó una de las obras maestras más exitosas de su carrera artística, me gustan: “Mediterráneo”, “Cada loco con su tema”, “Sombras de la China”, las canciones en honor de Antonio Machado, “Para piel de manzana”, “En tránsito”, “En directo”, “Bienaventurados”, “Versos en la boca”, “Serrat Sinfónico” “Hijo de la luz y la sombra”, “Serrat en Bellas Artes”.
Cuando vivió en México, en un principio no tenía dinero, antes de vivir de los conciertos mexicanos, su gran amigo Camilo Sesto, le mandaba dinero para subsistir… Camilo se hizo famoso porque México le abrió las puertas…qué cosas.
Joan Manuel Serrat, ha recibido muchos premios, que no menciono por ser una larga lista, los últimos fueron el Premio Princesa de Asturias de las Artes en 2024 y en el mismo año, el Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Nuevo León, México.
En sus letras, Serrat no deja nada fuera, menciona a los “macarras” políticos, al amor, la soledad, la tristeza de la miseria humana, de la “otra”: la amante, la locura, la ilusión que tienen las familias menos favorecidas… marginadas, que al tener una joven hija bella, la impulsan a la fama y la riqueza, en una utopía que duele… esta canción a la que me refiero viene el el LP “Sombras de la China” que la intituló como “Princesa”, una historia que lastima, que ha de suceder prácticamente en todos los países: la fe, la desesperación de la madre para lograr que su hija se hiciese artista famosa, para dejar de limpiar mierda, dejar de ser esclava de la pobreza, respirar aires holgados, con la posibilidad que la “princesa” termine de meretriz. Así de directo es Serrat, un visionario de la sociedad, del mundo y de sí mismo.
Esta entrevista que le hice a Serrat, despertó en “Pulso” una violenta reacción ligada con la envidia, no por escribir mejor que ellos, sino porque les dolía que un “chilango” como yo, hiciera mejor el trabajo cultural que otro, finalmente el hartazgo de los “periodistas”, hizo que renunciara al diario con una magnífica, soberbia y merecida mentada de madre…
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