Cinefilia
Por: Adriano Herrera Álvarez
PRIMERA DE TRES
Hola, voy a dedicarles tres columnas al cine, tanto nacional como internacional. Desde que tengo uso de razón, disfruto y amo el séptimo arte: el cine; gracias a que vivíamos a tres cuadras del Cine de la Viga, yo vivía en la colonia Prado Churubusco al sur de la CDMX. Recuerdo que proyectaban tres películas por $1:50, permanencia voluntaria, cambiaban de películas los días viernes y pegaban en varias zonas, sendos anuncios de las películas de estreno, en frente de mi casa había uno, así que la cosa se tornaba fácil, y como al otro día no había clases, pues a todo dar, esperaba con ansias las películas que cambiaban cada semana.
Los temas de las películas variaban, a veces épicas como Sansón, Maciste, comedias cómicas del Gordo y el Flaco, Buster Keaton, Harold Lloyd, dramáticas mexicanas, Tin-Tán, Cantinflas y otros protagonistas, sin faltar las palomitas y la coca cola de rigor, las primeras veces me llevaba mi Tía Nena, cuando crecí, pues iba solo o con mis cuates y cuando seguí creciendo con mis primeras novias.
Hace poco fui a la CDMX y fui por esos lares, pues ya ni cine, ni nada de lo que había en esa calle, ahora, lleno de edificios y otros negocios, la vida cambia, y sentí un poco de nostalgia de aquellos fabulosos ayeres.
Pero primero asomémonos un tanto a los inventores del cinematógrafo:
Auguste Marie Louis Nicolas Lumiére (Besanzón, 19 de octubre de 1862- Lyon 10 de abril de 1954) y Louis Jean Lumiére (Besanzón, 5 de octubre de 1864- Bandol, 6 de junio de 1948), fueron dos hermanos franceses inventores del cinematógrafo. Muy posiblemente, no se imaginaron el impacto que este arte ha tenido a lo largo de los años, un documento social extraordinario, en donde extrajeron la realidad plasmándola en el celuloide, -surrealismo, muchas veces fuera de nuestra comprensión-, su padre era fotógrafo, que influyó a los Lumiére a buscar imágenes en movimiento en 1892.
El cinematógrafo fue patentado el 13 de febrero de 1895, año en que rodaron su primera película “Salida de los obreros de la fábrica Lumiére en Lyon”, que muchos hemos visto y que dura tan solo unos minutos.
“Tras diversas presentaciones en sociedades científicas, en la Universidad de la Sorbona, también en Bruselas y otros lugares, los Lumiére decidieron hacer una exhibición comercial de sus películas. Finalmente, lo celebraron en el Salón Indien du Grand Café, un sótano en el número 14 del Boulevard des Capucines, en París el 28 de diciembre de 1895.
Se proyectaron, además de la “Salida de la fábrica Lumiére”, otras películas como “Llegada de un tren a la estación de Ciotat” y “El Regador Regado” en la que aparece el jardinero Jean Francois Clerc. Así con este catálogo el cine comenzó su historia a modo de documental, como testigo objetivo de la vida cotidiana”. Estos datos son necesarios para tener un factor de realidad del invento del cine, pero escribiré sobre la historia del cine mexicano y sus artífices.
Los Lumiére a principios del siglo XX, mandaron técnicos a filmar en la gesta revolucionaria de 1910, filmaron escenas en plena batalla y algunos políticos inmiscuidos en esta guerra, proyectaron esas escenas en un local en donde hoy es la Calle de 5 de Mayo en el centro de la ciudad capital. Zapata, Villa y otros protagonistas estaban en esos filmes, algunos locos y azorados entraban al local y disparaban a la pantalla con la creencia de que ahí estaban en realidad estos políticos.
“El cine mexicano nace como una expresión de la situación social y cultural del país. Desde sus inicios, los directores se esmeraron en plasmar en cada una de sus películas las tradiciones mexicanas y han compartido a través de diferentes visiones y perspectivas la cultura, situación política y social por la que atravesaba el país”.
“La historia del cine mexicano se remonta hacia 1896 con la llegada al país de los concesionarios de la casa Lumiére con el cine mudo y sus documentales cortos”.
“Después del cine mudo, se llega a la Época de Oro con una duración aproximada de quince años. El mayor esplendor del cine mexicano se encuentra entre los años 1940, hasta 1952”.
“Este brillante periodo se fundamenta en torno a variados aspectos, como la creación de un sistema de financiación alrededor de la producción, distribución y exhibición de las películas que permitió que las ganancias obtenidas se pudieran reinvertir en la industria”.
“Se comienza a desarrollar un culto al actor y surgen figuras emblemáticas como Cantinflas, Jorge Negrete, Pedro Infante, María Félix y Dolores del Río entre muchas otras”.
“El público se vuelca a las salas de cine para ver producciones de gran popularidad. De esta época son los largometrajes que se convirtieron en verdaderas joyas, como “Ahí está el detalle” de Cantinflas, casi todas las que dirigió Emilio el “Indio” Fernández, y otras que datan de esos años de gloria”.