Bach
Adriano Herrera Álvarez
Uno de los motivos para la realización de esta columna es que plácidamente estaba escuchando Los Pequeños Preludios y Fugas, interpretadas magistralmente por Glenn Gould, del maestro alemán Johann Sebastian Bach (21 de marzo de 1685 en Eisenach, Turingia, Alemania y fallece el 28 de julio de 1750 en Leipzig, Alemania) a la edad de sesenta y cinco años de un accidente cerebrovascular, y creo necesario escribir sobre este compositor al que admiro, escucho y estudio como parte de mi acervo cultural.
La primera vez que escuché a Bach, fue en el taller de pintura de mi padre en la calle de Donceles de la Ciudad de México, allá por los años cincuenta, yo tendría cinco o seis años de edad. Bach era parte del abanico musical que mi padre escuchaba cuando pintaba, aún estaba en el postgrado en la Academia de San Carlos de la UNAM, en el centro de la Ciudad de México, y no solamente escuchábamos a Bach, sino a Beethoven, Debussy, Mozart, Ravel, Brahms, Daniel Santos, el Cuarteto de Jazz de Nueva York, Olimpo Cárdenas, la Sonora Santanera, Bola de Nieve y otros que se me escapan de la memoria.
Ahí empecé a amar la música de Bach, mi padre me compró algunos acetatos que escuchaba en casa y crecía mi asombro ante la magnificencia de las composiciones del maestro alemán, a mis abuelos les extrañaba que un niño-adolescente, se pasara el tiempo escuchando este tipo de música, ellos escuchaban otro tipo de música, digamos Los Panchos, Los Tres Ases, Guty Cárdenas, Toña la Negra, Pedro Infante, por ejemplo… no pretendo establecer que la música que yo escuchaba era de mayor calidad, simplemente era diferente. Luego llegaron The Beatles, pero esta es otra historia que posteriormente les contaré.
Johann Sebastian Bach ejerció como compositor, organista, clavecinista, violinista, violista, director de orquesta, director coral, concertino, musicólogo, profesor de música, virtuoso y maestro. Bach pertenece a la época Barroca, que se caracteriza por su belleza imitando a la naturaleza, los detalles, los efectos y la exuberancia formal, es el abigarramiento, por ejemplo en la arquitectura y como ejemplo, la Iglesia de Santa Prisca en Taxco, Guerrero, Barroca por excelencia, en la portada y en el retablo existe el exceso de ornamentaciones, generalmente tomadas de la naturaleza: flores, hojas, árboles entre ángeles y vírgenes; vale mencionar que las columnas dóricas monumentales, por ejemplo, están en el Teatro de la Paz en San Luis Potosí, en donde tuve la fortuna de entrevistar a Joan Manuel Serrat. En la música, el Barroco se conforma por adornos: trinos, notas de paso, mordentes y otros elementos que hacen de la composición una música con más alegría, complejidad en la ejecución, para esto Bach fue, es y será el maestro en este rubro: la Música Barroca. Cabe mencionar que el Contrapunto, donde dos o más melodías interactúan simultáneamente, Bach no lo inventa, lo consolida. Anteriormente en la Época Antigua ya había indicios de cierto barroco prematuro, y posteriormente en el Clasicismo y el Romanticismo, estos adornos disminuyen y dan paso a otros elementos que caracterizan estos estilos.
Una de las obras importantes de Bach, son sin duda las Suites para Violoncello, que da a conocer impolutamente Pablo Casals, una obra excepcional; en la Ciudad de Monterrey, tuve la oportunidad de escucharlas en vivo con el Maestro Violoncelista y amigo Leopoldo Téllez, posteriormente Director del Conservatorio Nacional de Música en la colonia Polanco, aclaro porque ya hay otro “nuevo” Conservatorio en el Centro de las Artes en el sur de la CDMX.
Se dice que tuvo veinte hijos con dos mujeres: María Bárbara Bach (prima lejana) y Ana Magdalena Wulkens, la mayoría músicos notables, sobre todo Karl Emmanuel Bach, que contribuyó a la formación de la sonata, que la consolida Ludwig van Beethoven en el siglo XVIII.
Su fecunda obra es considerada la cima de la música Barroca; destaca en ella su profundidad intelectual, su perfección técnica y su belleza artística, además de la síntesis de los diversos estilos nacionales de su época y del pasado. Bach es considerado el último gran maestro del arte del Contrapunto, fuente de inspiración e influencia para posteriores compositores y músicos, tales como: Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven, Félix Mendelssohn, Robert Shumann y Federico Chopin entre muchos otros.
Entre sus obras más conocidas se encuentran los Conciertos de Brandeburgo, El Clave Bien Temperado, la Misa en Si menor, la Pequeña Fuga en Sol menor, La Pasión según San Mateo, El Arte de la Fuga, Ofrenda Musical, las Variaciones Goldberg, la Tocata y Fuga en re menor, el Concierto Italiano, la Obertura en estilo francés, las Suites para Violoncello solo, las Sonatas y Partitas para Violín solo, los Conciertos para Teclado y las Suites para Orquesta, entre otras. La obra de Bach se puede dividir en tres grandes períodos bien diferenciados, marcados por las influencias y la asimilación de los estilos de su época, el desarrollo, búsqueda y evolución de su estilo personal y los puestos profesionales que desempeñó. Escribió en casi todos los géneros y formas de su época, en multitud de combinaciones instrumentales y vocales. Johann Sebastian Bach, es considerado el Padre de la Música, de esa magnitud es su grandeza. A usted amigo que lee Bitácora Multimedios, escuche a Bach, el que tenga oídos que escuche y disfrute, que es un verdadero agasajo…