Por Claudio Osornio
Para nadie es un secreto que “la columna vertebral” de la campaña electoral del Partido Acción Nacional (PAN), en el 2015 en San Juan del Río y en general el Estado de Querétaro, fue capitalizar el tema de seguridad pública.
Los triunfos en ese momento, tanto de Francisco Domínguez como de Guillermo Vega, en gran medida se cristalizaron gracias al temor ciudadano. Tres años después y con la reelección prácticamente “en el bolsillo”, el alcalde sanjuanense enfrenta una verdadera “encrucijada” en dicho rubro.
Y es que a pesar del contundente respaldo ciudadano, obtenido el pasado 1 de julio, el tema de Seguridad Pública sigue siendo el “talón de Aquiles” de la actual administración. Hay que decir con todas sus letras que en tan sólo 3 años, creció el huachicoleo y los delitos patrimoniales.
Según información proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en los primeros 6 meses del año se han presentado 36 robos a ductos de PEMEX. En el mismo sentido, los datos que arroja el semáforo delictivo, mencionan incrementos de hasta el 30 por ciento en el robo de carro y robo a negocio, durante el primer semestre del 2018.
A pesar de que la obra pública se presenta como una de las “fortalezas”, del Gobierno de Guillermo Vega, se puede apuntar que gran parte de la misma, se ha redituado en el mantenimiento de la infraestructura ya existente. Destacan las ampliaciones de pavimentos y empedrados, en varios puntos del municipio, pero sin duda el reto es enorme en éste sentido.
En el rubro de obra pública, el mayor reto es continuar el rescate del Centro Histórico, iniciado en pasadas administraciones. En ese contexto, de manera simultánea, se debe de aplicar en tiempo y forma el nuevo reglamento de Anuncios y Toldos, el cual busca embellecer todo el primer cuadro, precisamente del Centro Histórico.
Hacer eficiente el servicio de transporte público, en su modalidad de taxis y taxibuses, es otra de las áreas de oportunidad para el Gobierno Local en los próximos tres años. Desde luego los lineamientos los establece el Instituto Queretano del Transporte (IQT), pero existen “rasgos” que exigen la intervención del Gobierno Local.
No es posible que habitantes de la zona oriente del municipio, quienes por necesidad laboral o educativa se ven en la necesidad de alcanzar el centro histórico o la zona norte, tarden hasta dos horas de trayecto.
Preservar la movilidad de vehículos y personas, requiere nuevas rutas de transporte, más y mejores mecanismos de pago, así como una mejor prestación de servicio. Además de la constante capacitación de los operadores.
El tema del campo requiere una atención más directa y menos improvisada. El hecho de no existir una ventanilla visible, que los productores agrícolas de la región, aprovechen para encontrar soluciones a sus problemáticas, es una realidad que no puede seguir “en fila de espera”.
Los cambios de uso de suelo, deben ser armonizados y estratificados conforme la propia vocación de la tierra. Anteponer proyectos e intereses personales, en éste rubro es la crónica de suicidio ecológico anunciado.
Finalmente están “los sueños” de los empresarios locales, de convertir a San Juan del Rio, en el clúster mas grande de México de fabricación de autopartes, aprovechando el paso de la autopista más importante del país, pero sobre todo la estratégica ubicación de esta ciudad para dirigirse a los cuatro puntos cardinales… mostrando la calidad y la capacidad que se tiene en los parques industriales de ésta demarcación… que siendo claros, están bien conservados y mejor comunicados…En ese rubro, hay que resaltar la llamada segunda zona metropolitana, es un proyecto que sigue “empolvado”. Pero que debe tomarse de la mano porque este exige dinamizarse… sobre todo porque con su aprobación vendrían etiquetados recursos adicionales, para varios rubros que tienen que ver con el gobierno municipal…
Mientras las condiciones no cambien, no nos quejemos: la competencia por nuevas inversiones seguirá dominada, por los municipios que integran la otra primera zona metropolitana.