***El gobierno ha sido un buen mediador, y de 52 millones, tiene la oferta de 13 millones.
***El gobierno de Cadereyta, se ha convertido en radical y sigue exigiendo le den 52 millones sin un objetivo en que se ocuparán.
***La huelga es un asunto meramente administrativo y no tienen por qué hacerlo político: Mauricio Kuri.
Por Raúl Rosillo Garfias
Dos narrativas se escuchan y se difunden vía redes sociales y medios de comunicación respecto a las seis semanas de huelga que tiene paralizado al gobierno de Cadereyta de Montes que preside Astrid Ortega Vázquez, una que el gobierno del Estado sí le ha ayudado a tratar de llegar a acuerdos con el Sindicato, bajando de 52 millones de pesos la deuda a solo 13 millones, mientras que la alcaldesa acusa a la Secretaría del Trabajo, al Tribunal y hasta el gobierno estatal de estar ausentes en la negociación y por ello ahora busca marchar desde Cadereyta hasta Querétaro para presionar un arreglo y levantar la huelga.
Los dichos están ahí ya corriendo a diferentes velocidades en las, redes sociales y en los medios electrónicos, mientras el gobernador dice que las negociaciones con el sindicato han propiciado que acepten 13 millones de pesos, la alcaldesa señala que no la han atendido y que está pidiendo 52 millones de pesos sin una base sólida, sin un planteamiento concreto, que explique para que se requiere esa cantidad de millones.
Astrid Ortega acusa al gobierno, al tribunal y a la secretaría del trabajo de omisos, los conmina a realizar su trabajo, a que intervengan a favor del ayuntamiento para que la parte sindical acepte la propuesta que está haciendo la presidenta municipal, y además les dice que a los tres entes mencionados con antelación no les urge que se resuelva la huelga, pero a los cadereytenses sí, y sobre todo al gobierno municipal… por ello ha convocado a una marcha que saldría mañana jueves a las cinco de la mañana y dos días de caminata, para plantarse ante el tribunal, la Secretaría del Trabajo y el propio gobierno del estado, a efecto de que se les dé solución.
Para el gobernador, el tema se ha convertido en un asunto meramente político, o cuando menos así se quiere manejar, cuando es un tema administrativo y entre el sindicato y el gobierno municipal de Cadereyta, que tiene sobre la mesa una propuesta seria y concreta y que es ahí en donde están detenidos.