Por Andrea Peña
Hospitales de Franja de Gaza, controlada por Hamás, sufren colapso total debido a la falta de combustible y los bombardeos de Israel, así lo indican las autoridades sanitarias.
Las instituciones sanitarias han dejado de funcionar y los hospitales que quedan abiertos no pueden seguir ofreciendo servicios, esta situación fue advertida por la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, UNRWA, la cual indicó que los hospitales se quedarían sin combustible para los generadores que producen electricidad.
Los bombardeos israelíes han continuado a pesar de las peticiones por parte de la ONU de una tregua o al menos una “pausa humanitaria”, para permitir la entrada de ayuda.
En total, 5.791 palestinos han muerto en Gaza desde el 7 de octubre, cuando Hamás y la Yihad Islámica llevaron a cabo su incursión en el sur de Israel, que dejó a su vez 1.400 muertos.
Según el Ministerio de Sanidad de la Franja, al menos 73 profesionales sanitarios han muerto desde el pasado 7 de octubre, 25 centros de atención primaria han sido inutilizados y 25 ambulancias han quedado fuera de servicio.
“En uno de los hospitales yacían en camas, camillas y en el suelo cientos de hombres, mujeres y niños heridos, la mayoría inconscientes, con heridas abiertas”, mientras los cadáveres se amontonaban en una tienda de campaña porque la morgue estaba llena”.
Se habló de que el combustible está muy racionado, siendo utilizado solo para instalaciones críticas, y muchos de los generadores de emergencia no están diseñados para operar continuamente, por lo que es posible que se rompan.