Candidatos sin licencia
Por: Baldomero Pérez
@tojolobaldo
Han iniciado las campañas electorales lo cual representa el inicio de la etapa más emocionante de este proceso. Para muchos simboliza el tedio, el bombardeo de spots, la banalización de democracia, el circo de la demagogia, el viacrucis de las promesas inalcanzables, el show y la ridiculez de personajes que se postran sobre el marketing político y, un largo etcétera. Yo sostengo que se trata de una etapa vibrante y emociónate porque nos permite descubrir el verdadero rostro de aquellos que buscan el voto. La emoción tiene como base psicológica el asombro, y estoy seguro, que en estas campañas quedaremos verdaderamente asombrados; sin embargo, mi preocupación es que ese asombro traiga consigo consecuencias negativas para la democracia.
En Querétaro, los aspirantes a diputados y senadores iniciaron con una mezcla confusa de declaraciones, vagos pronunciamientos sobre propuestas concretas y un ligero diagnóstico de los grandes temas que preocupan a la ciudadanía. Lo más relevante de este arranque, creo, es el señalamiento que se le hace aquellos candidatos que ya son representantes populares y buscan otro cargo, pero que no solicitaron permiso o licencia para separarse temporalmente de sus funciones e irse de tiempo completo a hacer proselitismo.
La crítica que les hacen a los candidatos sin licencia es que deberían dedicarse a una u a otra cosa, que no sigan cobrando si se andan de chapulines, y que no paralicen el funcionamiento de los órganos de representación a los que pertenecen. Desde una perspectiva neoinstitucional y de una democracia con transparencia, creo en concederles el beneficio de la duda para que desempeñen un doble papel; solo así el ciudadano de a pie podrá realmente evaluar sus capacidades y someter a la razón los logros o la efectividad de la agenda de estos personajes de la vida pública.
En este supuesto tenemos a la senadora Sonia Rocha quien se pronunció a favor de no solicitar licencia bajo el argumento de no dejar un escaño vacío en la cámara alta. Asimismo a los regidores del ayuntamiento de Querétaro “FeliFer” Macías y Ana Paola López. Todos ellos candidatos a diputados federales por la Coalición por México al Frente.Por su parte, Eunice Arias candidata de Morena a una curul federal ha denunciado esta situación y propone como primer compromiso de campaña una reforma electoral que obligue a los representantes populares a separarse de su cargo cuando intenten competir por otro puesto. En otro momento ya analizaremos el fondo y la viabilidad de lo hoy propone la ex priista; por lo pronto solo diré que estoy a favor de los candidatos sin licencia porque nos permite exigirles mayores cuentas.
Lo preocupante es que los candidatos sin licencia se limiten a argumentar que no se separan de sus cargos porque la ley se los permite, es decir, que lo que hacen es legal y punto. Preocupa que no tengan la intención de asumir su doble responsabilidad.
Que no nos asombre que los políticos de carreramantengan su cargo y se postulen por otro; “esos políticos profesionales”que siempre pretenden estar en la jugada, unos con mayor sensibilidad social y otros con mayor obsesión por el poder no es motivo de sorpresa. Algo normal y poco asombroso sería que un diputado o un regidor que simultáneamente son candidatos se dediquen a desquitar su dieta y distribuyan su tiempo entre sus responsabilidades legislativas y sus aspiraciones electorales legítimas. Que nos asombre, y por lo tanto, sea objeto no solo de crítica sino de denuncia pública, o en su caso penal,si persiste el desvío de recursos públicos o que exista conflicto de intereses entre las propuestas de campaña y lo que se discute en los ayuntamientos o en congresos.