Parece que cada vez que se corona en la Fórmula 1, Max Verstappen le debe un ‘pequeño’ favor a su compañero en Red Bull, el mexicano Sergio Pérez. El domingo en Suzuka el festejo fue posible gracias a que Checo logró quedar, en la última vuelta como segundo lugar del Gran Premio.
No es que Verstappen no pudiera asegurar el bicampeonato de F1 en Austin o México, ya que su ventaja es muy amplia, pero Checo Pérez fue clave para que esto se diera en Japón porque con el celo y furia que atacó a Charles Leclerc en la última vuelta de la carrera se quedó con el segundo lugar y, por ende, Verstappen tuvo 113 puntos de diferencia con él y el título en la bolsa.
Ya había sucedido en 2021, en mayor medida que ahora, porque fue en una situación extrema, que Checo Pérez había sido nodal en la consecución del campeonato para Verstappen, cuando en Abu Dhabi aguantó, con llantas viejas, durante dos vueltas a Lewis Hamilton para que Max lograra acercarse y le negaran al inglés la posibilidad de hacer una parada en pits, que, al final, fue una de las razones por las que el británico no consiguió su octavo título mundial.