*** Las elevaciones cerriles que rodean a San Juan del Río, fueron verdaderos portentos de vegetación arbolada.
*** Estos cerros cercanos a San Juan del Río, llegaron a tener bosques altos, de encinos y de algunas otras variedades.
Por Raúl Rosillo Garfias
Con el paso del tiempo, la degradación del entorno natural es evidente, pero deja huella, y los estudiosos de la historia que no únicamente atienden a los temas de los hombres, sino también a los de la naturaleza, ya afirmaban que los cerros como el Gingho, la Venta, Buenavista, el Rosario y otros que colindan con Santa Lucía y a la postre con la palizada de Amealco, eran extraordinarios bosques de encinos.
Estos prácticamente están extintos, en lo que era llamada como la sierra de Amealco, inclusive en donde se contemplaba a los cerros de Huimilpan, y hasta el mismo Cimatario, espacios que fueron deforestados de manera criminal, para atender a la construcción de viviendas, haciendas y demás que eran techadas con Morillos, vigas y el complemento la teja de barro propia de esa época… las crónicas de aquellos entonces dicen cómo eran estos caseros, hechos de adobe, techos de teja y con una gran cantidad de madera en sus interiores, pues a eso había que agregar que en viviendas más individuales existían los tapancos en donde se acumulaban las semillas para que estuvieran ventiladas y no se plagarán.
Algunos conocedores, pero sobre todo amantes de la flora, como el ingeniero forestal Alfonso Aburto, en su andar por los caminos de la vida se encontró a estos dos enormes encinos ejemplares dignos de respeto y de admiración a la vera del camino San Juan la Muralla, los que calcula como conceder, que tienen entre los 110 y los 130 años… y los publica precisamente cuando se anuncia que es … el día mundial del bosque…
En otro estudio que realizó el ingeniero en el cerro de la venta que cada vez está más deforestado y que aún no se repone de la quema de hace algunos años, él identificó con claridad las familias de plantas que lo poblaban y que le daban esa belleza natural orgullo de los sanjuanenses… pero todo quedó en un comentario, nadie más hizo caso de la necesidad de reforestarlo y de cuidarlo… otros amantes de la caminata, han pedido que se declare zona natural protegida, pero siguen los oídos sordos… tal vez el asunto sea que no quieren enfrentarse a los cuestionamientos de los ejidatarios… pero la realidad es que es urgente fortalecer estos espacios…
El ingeniero Alfonso Aburto, no sólo nos ha aportado estas informaciones vía las redes sociales, en ocasiones ha permitido que lo entrevistemos y que hablemos de la necesidad de no plantar árboles no endémicos en la rivera del río o bien en zonas en donde las características de la tierra y del suelo reclaman árboles originarios.
El caso es que en el día Internacional del Bosque, es menester hacer algunos de estos recuerdos, pues estas plantas endémicas no han logrado reproducirse más, por la acción del hombre… y hoy la queja es el calentamiento global… que gran tarea se le dejará a las nuevas generaciones. si es que se pretende salvar al mundo.