Por Andrea Peña
Un fatal accidente se suscitó en Mestre, cerca de Venecia, donde un autobús cayó de un puente, dejando 21 personas muertas, entre ellas dos niños, y otras 18 resultaron heridas de diversa consideración.
El ministro de Transportes, Matteo Salvini, confirmó que la mayoría de las víctimas son turistas y ciudadanos ucranianos, por su parte, otros medios de comunicación afirman que también puede haber víctimas alemanas y búlgaras que se alojaban en un camping cercano al lugar del accidente.
“La carretera era recta, sin obras, sin interrupciones, el autobús era nuevo, eléctrico, (…) una de las hipótesis es que el conductor -que murió en el siniestro- se sintiese mal”, agregó Salvini.
El siniestro ocurrió cuando el autobús se precipitó por la pasarela, que cruzaba la autopista, y cayó entre un almacén y las vías del tren. Según los bomberos de Venecia, el bus “se incendió” tras caer unos diez metros, y un factor agravante de la situación fue determinado por el hecho de que había suministro de metano, y, por lo tanto, el fuego se desarrolló rápidamente.
La primera ministra, Giorgia Meloni, expresó su más sentido pésame, personal y de todo el gobierno, por el grave accidente ocurrido en Mestre.
“Pienso en las víctimas y en sus familiares y amigos. Estoy en estrecho contacto con el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro y con el ministro (del Interior) Matteo Piantedosi para seguir las noticias sobre esta tragedia”.