Por Claudio Osornio
“La burra no era arisca”.
La existencia de Ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX) así como de cables de alta tensión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fueron en su momento, los argumentos que imposibilitaban técnicamente la construcción de una Central de Abastos en la comunidad de La Estancia, en el municipio de San Juan del Rio.
A pesar de existir una recomendación de expertos en temas de protección civil sobre dichos particulares, los “inquietos promotores originales” del proyecto se “aferraron” a la idea de que se detonara justo en ese punto, un polo comercial de grandes dimensiones para recibir una Central de Abastos con todo lo que implica.
Esta semana los empresarios -originarios de la Ciudad de Monterrey Nuevo León-, que encabezan el proyecto, darán a conocer los “avances comerciales” que reporta la construcción de la Central de Abastos y será un inmejorable momento, para conocer qué tipo de medidas se debieron tomar a fin de reducir riesgos a la población civil.
Con ese propósito, entrevistamos a Roberto Domínguez, Presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) en San Juan del Río, quien nos compartió que justamente una de las advertencias que realizó la CANACO, fue la que tiene que ver con la existencia de Ductos de PEMEX en la zona en donde se construye la Central de Abastos.
Roberto Domínguez en primer lugar destacó la formalidad con la que el grupo de “empresarios regios” ha tomado el proyecto, el cual recién inicia su segunda etapa. Agregó que en lo concerniente a las medidas de protección civil, los inmuebles que se ha edificado cuentan con todas las medidas de seguridad que establece la norma.
Además, se utilizaron materiales específicos que reducen significativamente cualquier tipo de riesgo. Sin embargo en el tema de los cables de alta tensión de la CFE, que de igual manera se ubican en la zona, el presidente de la CANACO, no contaba con información suficiente para dar un punto de vista.
Por ello, será interesante conocer qué tipo de medidas o recomendaciones ha seguido el grupo inversionista, para minimizar cualquier riesgo para la población civil. Recordamos que las personas que comenzaron con este tema, siempre quedaron a deber las explicaciones que sin duda se merecen los habitantes de esta localidad.
Otro capítulo igual de importante, es el que tiene que ver con la certeza jurídica del predio en donde se construyen los inmuebles de la Central de Abastos. En éste renglón Roberto Domínguez, compartió que todo el expediente legal está solventado, tan es así que los nuevos inversionistas han adquirido más terrenos que colindan con la zona.
Tenemos que dejar muy claro que por estas y otras razones, una buena cantidad de habitantes de San Juan del Río -la mayoría de ellos comerciantes- apostaron por invertir recursos en la “supuesta nueva Central de Abastos” que no fue sino la mejor manera para defraudarlos. Algunos de ellos mantienen vigentes sus demandas, contra quien resulte responsable. Eso nos recuerda que la “La burra no era arisca”.
Así las cosas, nos leemos en la próxima semana…