Joaquín Antonio Quiroz Carranza
Con distintos nombres la mafia financiera del Banco de Comercio, Bancomer o BBVA durante 70 años ha sustraído grandes recursos económicos al pueblo mexicano mediante créditos personales, hipotecarios, de auto, seguros de diversa índole, el Fobaproa y sobre todo con el ahorro de la personas que, creyendo en las reglas del mercado, guardan su dinero en esta marca registrada de ladrones de cuello blanco.
Es más común de lo que se cree que, así como el narcotráfico pide derecho de piso, secuestra, extorsiona, de la misma manera las entidades bancarias como BANCOMER-BBVA, de forma arbitraria secuestran, por fallas técnicas, el ahorro y con altos intereses roban a los mexicanos.
Bancomer-BBVA es una entidad oscura donde los empleados, ante cualquier anomalía, solo alcanzan a decir “si yo pudiera ayudarlo, con gusto lo haría”, claro pues son simples asalariados manejando computadoras, redes o por vía telefónica.
Cualquier banco, es una empresa de usura, donde retienen el ahorro de mucha gente y lo utilizan para dar créditos, cobrando hasta 36% de interés anual, pero sólo otorgando al ahorro, cuando mucho hasta 5% de interés, es decir que entre lo otorgado y cobrado se llevan el 29%. Además de los “errores” tecnológicos que provocan la retención y pérdida de los depósitos en las practicajas, los robos hormiga, y ya no digamos del estrecho vínculo entre los empleados de las sucursales y los secuestros express y la venta de datos personales, que posibilitan crímenes financieros.
El oligopolio bancario debería desaparecer y en su lugar establecer un banco propio de los mexicanos, por ello es necesario apoyar la iniciativa del Banco del Bienestar, de tal suerte que en breve cuente con mucho más sucursales y servicios y podamos los mexicanos asentarles un duro golpe a las entidades financieras, donde más les duele: en sus ganancias.
Una nueva y definitiva nacionalización de la banca tiene que ser una medida de la 4T, en el presente sexenio o en el siguiente, para ello es indispensable que desarrollemos una cultura financiera exigente y que impulsemos el retiro de los recursos económicos de los ahorradores de la banca comercial y los dirijamos al Banco de Bienestar y que poco a poco hagamos un boicot activo contra los ladrones de cuello blanco, llamados Banca Comercial.
Por una parte el Gobierno Federal toma las medidas que ha considerado fundamentales, pero por otra la base, el pueblo, los ahorradores, deben asumir su propio compromiso y poco a poco ir liquidando a la Banca Comercial, sin ahorro, la banca no existe, es una verdad innegable.