Por Claudio Osornio
La llamada “Austeridad Republicana” que propone el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, se ha instaurado en el “brazo más poderoso” de un Gobierno Federal, que aún no comienza, pero ya opera a lo largo y ancho del país.
Varios son los alcances visualizados, por parte de las próximas autoridades federales, dentro del concepto de “Austeridad Republicana”. Incluso dentro del supuesto “respeto” a la conformación de los otros poderes (Legislativo y Judicial) hay toda la intención de hacerlos participes.
El recorte de 5 mil millones de pesos, dentro del presupuesto de egresos del Poder Judicial para el año 2019, es la muestra de que de una u otra manera, la “Austeridad Republicana”, será el ritmo al que bailarán los actores, con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador.
Los diputados federales, no se quedarán atrás, según las versiones que se tienen registradas, una vez instaurado la próxima legislatura la fracción parlamentaria de MORENA apoyada incluso por otras fuerzas políticas, avanzarán la iniciativa de reducir las dietas de los congresistas, hasta en un 50 por ciento.
Todos los sueldos de los integrantes del gabinete legal e incluso ampliado del Gobierno Federal, serán modificados a partir del 1 de Diciembre, para hacer valer la ley de que ningún funcionario de gobierno, gane más que los 108 mil pesos mensuales que recibirá el Presidente de la República.
Suprimir las Delegaciones Federales en los 32 Estados de la República Mexicana, junto con el plan de descentralización de las propias dependencias, son otras medidas de austeridad, que buscan el recorte masivo de personal y el ahorro de recursos.
A la lista de los recortes que se tendrán, durante los próximos 6 años en México, hay que sumar la desaparición de las áreas de prensa y comunicación social, de todas las dependencias del Gobierno Federal. Esta semana el propio Andrés Manuel López Obrador realizó el extraordinario anuncio.
La propuesta de AMLO es concentrar en una sola oficina, todo el trabajo de comunicación, difusión, vinculación, propaganda y prensa, de lo que será su administración. Será interesante conocer además de quienes “se quedarán” a trabajar, el método de trabajo y sobre todo, la evaluación de resultados.
Los recorte a las áreas de prensa, son en sí misma una nueva política en materia de comunicación social de los Gobiernos Mexicanos, en los últimos años. Un gobierno que pretende ahorrar más de 7 mil millones de pesos anuales -sólo por recorte de dependencias- supone obligatoriamente un área de Comunicación Social eficaz y eficiente.
Por todo ello creemos que difundir de manera amplia y profunda los “principales logros” de la administración 2018-2024 que encabezará AMLO, se convertirá en el reto más importante, luego de la desaparición de las oficinas señaladas.
Mientras todo ello ocurra, en los Estados y los Municipios del país se tendrá de manera obligada una “batalla alterna”. Esa batalla está, de hecho, librándose ya en los Tribunales Electorales con las impugnaciones que han presentado, diversos partidos políticos.
Cada regiduría, cada diputación local y desde luego cada alcaldía en el país, se están peleando jurídicamente y políticamente hasta sus últimas consecuencias. Desde luego la definición de las dirigencias en los partidos políticos, dará la pauta para definir en donde si, en donde no y en donde quién sabe.
El grupo peñista con la confirmadísima Claudia Ruiz Massieu en el PRI, el grupo anayista -aún por definir liderazgo- en el PAN, se convertirá en la oposición real al proyecto de MORENA. La chiquillada (PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Partido Verde) aún muy debilitada, está apenas en proceso de definición. En el limbo y próximamente extintos Encuentro Social y Nueva Alianza.