*** Esta elevación que es emblemática y que tiene leyendas, historias y mucha energía positiva está muriendo cada día.
*** Su quema fue el 9 de mayo de 2019, el humo se alcanzaba a ver hasta Conín, y fueron cinco o seis horas de trabajo.
*** Son temas a los que no quieren ponerles la mano encima, pero son vitales para alejar el calentamiento.
Por Raúl Rosillo Garfias
Fatal la fecha del 9 de mayo de 2019, sesenta hectáreas de pastizales que poblaban el Cerro de la Venta y el Cerro del Paisano sucumbieron ante el fuego provocado por manos criminales, que nunca fueron castigadas y que a estas alturas de la vida, quienes son asiduos caminantes de esta icónica elevación, se dan cuenta del cementerio de garambullos, de huinches, de palos bobos, nopales, palo dulce y otros que son mudos testigos de una devastación de una zona debiera ser considerada arena Natural Protegida, sin que esto quiere decir que ya no es de los Ejidos.
Los pulmones de San Juan del Río, el Cerro de La Venta, el Paisano y Cerro Gordo, se están muriendo y cada que camino por ellos parece que piden auxilio.
Aquella vez quemaron un día antes del día de las Madres, fue brutal, los bomberos, protección civil, el ejército mexicano y los voluntarios, trabajaron sin descanso por más de 5 horas para mitigar el fuego que se esparció de manera rapidísima, ya venían las sequías presentado de esta manera, con mucho calor, con escasas precipitaciones y con fuertes vientos.
Fue a eso de las 7:45 de la mañana cuando el fuego inició su enorme devastación, en un cerro que ya era refugio de los deportistas, de los ciclistas y de los que hacen algo de resistencia y sendero… El emblemático Cerro de La Venta, dejó de ser visitado por meses y hasta por años por quienes tenían un especial cariño por él.
Ese año, de acuerdo con datos de la Unidad Estatal de Protección Civil, que están publicados en sus minutas, dicen que se presentaron afectaciones en más de 1 300 hectáreas de diferentes tipos de bosque, que fueron quemadas y que requirieron de mucho esfuerzo y dinero para regenerarlo… pero luego de apagarlo, ¿ya no hay nada más?
La sociedad civil en el caso de la venta, han hecho algunas plantaciones importantes de árboles endémicos, pero falta la declaratoria de Zona Protegida, para que haya programas de reforestación… con garambullos, con huinches, palo dulce y palo Bobo… el cerro se regenera solo… pero no lo dejamos… Somos muchos los que caminamos por diferentes veredas y sólo le pedimos… ahora hay garambullos, la fruta que se come ahí mismo… ya vienen las tunas… pero no le estamos devolviendo nada a esta elevación…
Urge que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario en su modalidad de dirección de Ecología ya tome acciones más determinantes para salvar estas elevaciones y que sigan siendo lugares de reunión de los sanjuanenses…