Autoridades estadounidenses arrestaron este miércoles a 20 personas vinculadas al Cártel de Sinaloa bajo acusaciones de introducir grandes cantidades de drogas a Estados Unidos, informó la Procuraduría Federal en Los Ángeles.
Los arrestos fueron resultado de una investigación de tres años. Los 20 detenidos forman parte de un grupo de 57 personas señaladas en tres acusaciones de tráfico de drogas, mientras que otros dos ya estaban bajo custodia y los 35 restantes se encuentran prófugos.
La investigación, conocida como la Operación Narconetas, se centró en tres organizaciones de tráfico de drogas que supuestamente transportaban grandes cantidades de cocaína, metanfetamina y heroína desde México hasta el área metropolitana de Los Ángeles y otros lugares en Estados Unidos.
En el marco del operativo, las autoridades decomisaron unos 385 kilogramos de metanfetamina, casi una tonelada de cocaína, unos 42 kilos de heroína, más de 22 kilogramos de marihuana y un millón 420 mil dólares.
La investigación de la Fuerza de Ataque de Los Ángeles fue dirigida por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), en asociación con la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Los objetivos de la fuerza de ataque fueron identificar a narcotraficantes de alto nivel, desarticular y desmantelar las organizaciones de tráfico de drogas, así como las actividades relacionadas con este ilícito como el lavado de dinero.
Más que simplemente confiscar grandes cantidades de drogas y dinero, esta investigación pudo identificar a los traficantes de alto nivel que dirigieron las transacciones y que pensaban que estaban usando dispositivos de comunicación seguros para cometer sus crímenes”, dijo la fiscal Tracy L. Wilkinson.
Nuestra capacidad de obtener esas comunicaciones continúa siendo una parte importante de nuestra capacidad para resolver estos crímenes. La fuerza de ataque de Los Ángeles se ha convertido en líder en el uso de técnicas innovadoras de investigación para atacar a organizaciones de tráfico de drogas”, añadió la fiscal.
De ser encontrados culpables, los detenidos podrían recibir penas de cárcel que van de los 10 años hasta cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.