El plan establece como meta tener un promedio de 320 lobos grises mexicanos viviendo salvajes en un período de ocho años.
Tras décadas de peleas legales y políticas que enfrentaron a estados contra el gobierno federal, administradores de la agencia federal de vida silvestre finalmente aprobaron un plan guía para fomentar la reproducción de un lobo que vive en partes de la zona sureste de Estados Unidos y el norte de México.
El plan establece como meta tener un promedio de 320 lobos grises mexicanos viviendo salvajes en un período de ocho años, para que el depredador pueda dejar de ser considerado una especie en peligro de extinción. En cada uno de los últimos tres años, la población tendría que superar el promedio para asegurarse de que la especie no está decreciendo.
Funcionarios calculan que la reproducción podría tomar otras dos décadas y casi 180 millones de dólares, costo asumido mayormente por instalaciones de reproducción de animales que apoyan el trabajo hacia especies en peligro o amenazados por extinción.
El Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre tuvo en cuenta decenas de miles de comentario públicos, desde legisladores estatales y organizaciones comerciales, hasta científicos independientes y ambientalistas, mientras trabajaba para cumplir con la fecha límite que una corte ordenó para crear el plan de reproducción. El plan tomó bastante tiempo ya que la directriz original para fomentar la reproducción del lobo fue aprobado en 1982.