Un hombre llega tardísimo y su esposa lo espera en la cama:
– ¿A ver, Juan, por qué vienes a casa medio borracho?
– No es mi culpa, se me acabó el dinero…
Un borracho llega a la cárcel y pregunta a un guardia:
¿Puedo hablar con el ladrón que robó mi casa?
Eso depende… ¿Para qué quiere hablar con él?
Para que me explique cómo entrar a mi casa sin despertar a mi mujer.
Un borracho le envía un mensaje a su esposa: “Amor, llego en 30 minutos. Si no he llegado para entonces, vuelve a leer el mensaje”