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- Ellos también tienen cambios hormonales
Escribe:- Claudia Asunsolo Rivera
Los cambios hormonales que presentan los hombres entre los 40 y los 55 años de edad, es un tema del que se habla poco. La andropausia es la disminución en la producción de testosterona, la hormona que se produce en los testículos y las glándulas suprarrenales y cumple funciones similares al estrógeno en la mujer.
La andropausia puede provocar síntomas como disminución de libido, disfunción eréctil, fatiga crónica, aumento del tejido graso en el área abdominal, pérdida de cabello, exceso de irritabilidad y desmotivación. También suele ir acompañada -informa el médico naturópata Jorge Reskala- de ciertos trastornos de salud como problemas vasculares y de próstata así como aumento del ácido úrico.
“Es por ello que es recomendable a partir de los 40 años, realizarse cada 6 meses estudios como Biometría Hemática, Química de 27 Elementos y Examen General de Orina de manera preventiva pues en términos de salud, debemos dejar de ser meramente reactivos y aprender a prevenir”, agrega el también experto en homeopatía, medicina gerco/árabe y en neuroendocrinología.
Pero más allá de los estudios, el director de Biaani México apuesta por una serie de cambios de hábitos de vida para mantener una buena salud y llegar en un estado óptimo a la andropausia.
“En occidente -dice el Dr. Reskala- tenemos el paradigma de que las mujeres orinan sentadas y los hombres parados y que así es como debe ser; es un prejuicio. Si los hombres orináramos sentados desde niños, ejerceríamos menos presión en nuestro músculo prostático a lo largo de nuestras vidas y se presentarían menos problemas de próstata en la edad adulta. Orinar de pie es una costumbre occidental, en el medio y lejano oriente los hombres lo hacen sentados y como consecuencia, en esos países hay menos casos de cáncer de próstata.”
Al orinar parados se fuerza el músculo de la próstata, el cual termina con el tiempo por inflamarse. Luego, con la mala alimentación, el exceso de bacterias del intestino migra a las vías urinarias. Así se genera el Antígeno Prostático Específico que el cuerpo produce para atacar esas bacterias que están afectando a la próstata. Esta combinación de inflamación y elevación de antígenos puede provocar problemas de próstata.
Por eso, a partir de los 40 años es necesario hacerse anualmente un estudio de Antígeno Prostático Específico (PSA por sus siglas en inglés); primero el de sangre y de ser necesario el de tacto rectal con un urólogo. Pero en realidad, el orinar sentados para que el músculo esté relajado, ordenar la alimentación y evitar el sedentarismo serviría de mucho para evitar problemas prostáticos.
De acuerdo con el Dr. Reskala, otra afección común en los hombres maduros es el ácido úrico alto (la llamada “Gota”). Se tiene la errónea idea generalizada de que es a causa de un gran consumo de proteína de origen animal, en especial de carne. Pero no es correcto, es por combinar las proteínas con carbohidratos los cuales nunca deberían ser ingeridos juntos pues causan una pésima reacción bioquímica en el organismo, causante de un sin fin de padecimientos.
Todas las proteínas se rompen durante el proceso de digestión y se convierten en aminoácidos que son fundamentales para la nutrición de nuestras células. Al no poderse absorber de forma correcta (por haberse consumido la proteína junto con los carbohidratos), los aminoácidos se convierten en nitrógeno y este en ácido úrico.
La disfunción eréctil y los problemas vasculares son comunes también durante la andropausia. Ambos están ligados a una mala alimentación y al sedentarismo.
El doctor premio nobel de medicina en 1995, Louis Ignarro, concluyó en sus estudios que los aminoácidos claves lisina, arginina y citrulina, juntos producen óxido nítrico que aumenta la elasticidad vascular con lo que se reduce el colesterol y se regulariza la testosterona mejorando así la erección. Estos aminoácidos se pueden obtener a través de la ingesta de proteína de origen animal (carne de res, pescado, pollo, huevos; carne de cerdo, mariscos y lácteos no son recomendables).
También se pueden consumir mediante complementos alimenticios que se compran en tiendas naturistas o de suplementos pero es muy importante -enfatiza Reskala- que no estén combinados con nada, especialmente con taurina que no es nada recomendable (mucho menos consumida con alcohol como algunas personas acostumbran) pues es muy peligroso.
Asimismo, tampoco es recomendable consumir hormonas artificiales como DHEA que pueden llegar a ser muy peligrosas (gente que las consumen desde jóvenes, suelen presentar disfunción eréctil temprana).
En definitiva, evitar el sedentarismo es de suma importancia para mantener una buena salud vascular, mejorar el estado anímico y para evitar la disfunción eréctil pues ayuda a regularizar la recaptación de testosterona. Una caminata de 30 minutos 2 o 3 veces a la semana es suficiente.
También es recomendable además de la arginina y la lisina (uno y dos gramos respectivamente mañana y noche) consumir 4 mil unidades diarias de vitamina D y un gramo de triptófano para mejorar la producción de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”.