Bitácora diario.-
Jerónimo Gurrola Grave
Líder del Antorchismo Queretano
Al inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador para quienes no lo conocen, resultó novedoso verlo entrar todos los dìas a uno de los salones del Palacio Nacional para tratar diversos temas en sus llamadas conferencias mañaneras, como lo había hecho ya durante el período en que fue jefe de gobierno de la Ciudad de México, con las que ganó popularidad y le permitió su primera postulación como candidato presidencial en 2006. Allí habla de todo; de historia, ética, moral, filosofía, salud, etcétera, claro, a su modo, como lo entiende y como le conviene; total, con sus propios datos puede modificar lo que sea, pero sobre todo, de corrupción, impunidad y austeridad.
En relación a este último aspecto, presentó el decreto, “Ley Federal de Austeridad Repúblicana”, para acabar con el lujo y el despilfarro de las instituciones gubernamentales a cambio de organismos eficientes y destinar dinero a la población. Esta ley establece: “combatir la desigualdad social, la corrupción, la avaricia, el despilfarro de bienes y recursos nacionales, administrandolos con eficiencia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que están destinados”, dice la minuta en el artículo 4, Apartado I. Las instituciones están obligadas a adquirir bienes e inmuebles con economía, eficiencia y funcionalidad, apegándose al presupuesto otorgado a las instituciones federales, y solicitó que las adquisiciones, arrendamientos y servicios se adjudicarían de manera prioritaria con licitaciones públicas.
Con el argumento de la austeridad recortaron 25 por ciento los salarios de los altos funcionarios del gobierno, sus aguinaldos y prestaciones; con la desaparición del Seguro Popular y ceación del INSABI, se incrementó el desabasto de medicamentos para niños con cáncer, como denuncian padres y doctores, que han sido obligados a recetar medicamentos alternos para tratamientos: “no tenemos ni un paracetamol o pastillas para la gastritis”, dicen. Ante ello, López Obrador recomendó que en caso de desabasto, los médicos, enfermeras o sociedad podrían comprar los medicamentos. “Vamos a suponer que en un hospital una niña, un niño, que no tiene el medicamento, ¿qué sociedad somos, si la enfermera, si el médico, si el director del hospital, si cualquier ciudadano no toma la decisión de comprar el medicamento para que no pierda la vida la niña o el niño”.
Para cubrir el gasto corriente del gobierno y los provocados por la pandemia, López Obrador llamó a los partidos políticos a entregar obligadamente la mitad de sus prerrogativas y tres meses de salario a cada legislador, a un fondo para atender la emergencia con la amenaza de “balconear” en sus mañaneras a quienes no lo hagan, olvidando que su partido, Morena, no lo hizo en 2017 que se acordó algo similar para apoyar a los damnificados del sismo en 2017.
Para reforzar la austeridad de AMLO y Morena, el Senador, Felix Salgado Macedonio y legisladores del PT, sus alidados, propusieron eliminar las Afores y que el ahorro para el retiro de los trabajadores sean manejados por el Estado a través del banco del Bienestar, para invertir en proyectos de infraestructura como El Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, Aeropuerto en Santa Lucía y en la deuda del gobierno federal, pues, los fondos, según ellos, deberán invertirse en actividades que propicien el crecimiento económico nacional, minimicen los riesgos financieros y garanticen el retorno de la inversión.
Mientras tanto, el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado, propuso un “apoyo” de 13 mil pesos de las Afores, o sea del mismo dinero de los trabajadores que perdieron su empleo y que pretende manejar el gobierno, para comprar alimentos durante su confinamiento. ¿Y dónde está el apoyo del gobierno para los de abajo? ¡No hay! Todas las propuestas del gobierno de la austedidad republicana, todas, salvo en el caso de los legisladores, consisten en que el pueblo pague todo, no importa su sufrimiento. Repito, ¿qué va a aportar el gobierno de López Obrador? ¿Así explica su eslogan de, primero los pobres? El gobierno de México es uno de los pocos del mundo que no sólo no crea programas para la sobrevivencia de los millones de familias sin empleo, sin comida y sin dinero, sino que vive de ellos.
La corrupción concluyó por decreto en diciembre de 2019, luego entonces ya se tienen los 800 mil millones de pesos que contabilizó AMLO ¿por qué no se usan para comprar pruebas Covid, alimento e insumos para hospitales?