Por Jerónimo Gurrola Grave
La educación en nuestro país nunca ha sido de calidad, sobre todo por falta de inversión de recursos de los gobiernos, y a que, con sus muy raras excepciones, quienes han ocupado los puestos de secretarios de Educación Pública, más que por merecimientos científicos y pedagógicos, ha sido para cumplir cuotas de poder de los gobernantes en turno. Así llegaron, solo por mencionar algunos, Esteban Moctezuma, y el colmo, Delfina Gómez y la actual secretaria, Leticia Ramírez Amaya.
Y en los últimos días, se ha generado gran polémica luego de que se filtrara el contenido de los libros de texto para los alumnos de primaria y secundaria que ya se distribuyen en todos los estados de la República, y se repartirán a partir del 28 de agosto a los alumnos que regresarán a clases, debido a que evidencian, además de un contenido ideológico tendencioso hacia la política de la 4T, con nuevos protagonistas de la historia como Claudia Sheinbaum, Paco Ignacio Taibo y Marx Arriaga, además de múltiples errores de ortografía y diseño.
Las críticas de especialistas en la materia como la investigadora Alma Maldonado, del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) y algunos otros, provocaron que, en la conferencia mañanera del pasado viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador, autoritario y tramposo como es, instruyera a quienes hicieron estos polémicos libros a defender sus contenidos, y anunció conferencias vespertinas a partir del 8 de agosto, para explicar sus objetivos.
El presidente hizo esta declaración luego de un amparo interpuesto por la Unión Nacional de Padres de Familia, y como resultado de este, en julio, el Juzgado Tercero de Distrito en Materia Administrativa ordenó a la SEP, revisar el contenido de los libros y someter su rediseño a consultas previas.
“Vamos a revisar los libros y que nos informen los que los hicieron, con maestros pedagogos, especialistas de todas las materias, libro por libro, nada más que no nos vayan a censurar porque vamos a querer adoctrinar, a difundir el virus del comunismo aquí. Sí lo vamos a hacer, pero en la tarde”, indicó. “Los papás que quieran conocer sobre los libros y también se respondan todas sus preguntas que hay”, puntualizó López Obrador.
Hasta donde se conoce, el diagnóstico de la situación política, económica y social de México que se explica en los libros no está del todo mal. El problema es, qué, quién y cómo deben abordarse y resolverse estos males, cayendo, aquí sí, en una política tendenciosa y de adoctrinamiento político. Los libros fueron criticados, además, por errores con que fueron aprobados y producidos. Por ejemplo, en la página 18 del libro Nuestros Saberes de tercer grado de primaria, se dice en cronología de Benito Juárez, que nació el 18 de marzo de 1806 a pesar de que su fecha de nacimiento fue el 21 de marzo.
En la página 38 del libro de la misma asignatura de quinto grado de primaria, se encontró una polémica imagen del sistema solar con errores de ortografía al decir “planera” en vez de planeta, y en dicha infografía se coloca a la Tierra en la misma órbita que Saturno y Urano, y aparece más alejada del Sol que Júpiter. Igualmente, en la página 82 del libro Nuestros Saberes para tercer grado de primaria, en el apartado de matemáticas, se muestra una línea recta que muestra un conteo de fracciones y puntos decimales para medir la distancia entre el 0 y el 1. La inconsistencia en esta recta es que marca que tres cuartos son menores que cinco octavos, etcétera.
Sin duda los libros además de que fueron hechos de manera desordenada como todo lo que hace la 4T, están hechos de manera tendenciosa políticamente para formar “chairos” ignorantes y no precisamente por su contenido comunista, sino morenista. Intentan resaltar sus valores “revolucionarios y heroicos”, cuando son unos corruptos, tramposos, manipuladores y promotores del conformismo de los mexicanos.
Es pues evidente que a López Obrador y a su gabinete lo que menos les interesa es la educación de la niñez y la juventud mexicana, sino mantener el poder de la República, y las conferencias vespertinas tienen el objetivo no solo de imponer su visión política e ideológica a través de los libros de texto sino también de estar en los medios, a través de la discusión y la descalificación de los posibles candidatos de oposición, y promover a sus desgastadas y apabulladas corcholatas que no levantan políticamente.
@jgurrola1