En un encendido posicionamiento durante la sesión de las Comisiones Unidas de Administración y Procuración de Justicia y Puntos Constitucionales, el diputado Enrique Correa Sada advirtió que la reforma judicial en discusión representa una amenaza directa a la independencia del Poder Judicial y abre la puerta al crimen organizado.
“La justicia no puede estar al servicio del poder político, y mucho menos del crimen”, sentenció Correa Sada, al cuestionar si es prudente confiar la selección de jueces y magistrados a un contexto político “contaminado por el narco”.
El legislador panista calificó la reforma como una imposición desde las altas esferas del poder y denunció que podría convertirse en una entrega de la República. “Si se somete el Poder Judicial, lo que viene no será una reforma, será la claudicación ante el crimen”, afirmó.
Pese a reconocer que la reforma será aprobada por instrucciones superiores, Correa dejó claro que no comparte su diseño ni la concentración de facultades sin contrapesos. Exigió garantías efectivas para proteger la autonomía del Poder Judicial, incluyendo mecanismos de vigilancia, participación ciudadana y salvaguardas legales.
La sesión se da en un clima nacional marcado por la violencia electoral y el creciente control territorial de grupos criminales, lo que, advirtió el legislador, vuelve aún más urgente blindar las instituciones de justicia.