Escribe:-Fernando Roque
Odio tus silencios vueltos tortura y veneno,
espacios en que mi mente te devora,
mientras la imaginación recrea tu presencia,
tu risa que hace ruido en mi memoria,
tu cuerpo cálido cercando mi epidermis,
tus manos como anclas,
tus naves que encallan
en la ribera de mi cuerpo,
tu voz que se enreda
en el caracol de mi oído,
tu cara que se adueña de mi espacio,
tu cuerpo que moldea el viento cuando llegas
y que deja un olor a tristeza cuando partes,
tu piel que es playa virgen dónde arriban mis deseos,
la calidez de tu alma que domina mis quimeras,
tu mirada dulce que alimenta con su luz
la oscuridad de mis cavernas
mientras rompes las sombras con tu abrazo,
tu cabello: cascada oscura descansando en la espalda
y es agua clara cuando mis dedos se hunden en tu entraña,
y tus dedos pequeños como dagas al tocar mi piel se vuelven rayos
que iluminan mi piel tornándose en relámpago.