Bitácora 634
“Tengo tres razones para vivir: mi hijo, partir este maldito desierto y tu amistad”.
La frase anterior es parte de los diálogos de una de las películas más interesantes filmadas
durante la década de los años 60 en nuestro país, filmada en un blanco y negro lo cual le
da un toque increíble, una impecable fotografía de Alex Phillips y Agustín Jiménez; este es
un dato que vale la pena comentar ya que las tomas están oientadas a hacernos parte de
la historia, con unos planos amplios del desierto donde el blanco de la arena en contraste
con el tono oscuro del cielo, y aun de día el desierto luce como un peligro latente, algo
que esta hay a la espera de un descuido y devorarnos con sus blancos dientes.
Bajo la dirección de Servando González, –quien por cierto fue el primer mexicano que
filmó una película en aquel viejo Hollywood, y por si fuera poco, él fue quien filmó los
acontecimientos de aquel fatal 1968, en la plaza de las tres culturas–, los actores nos
regalan momentos soberbios, los diálogos entre los protagonistas principales, el ambiente
de los trabajadores del riel. Las costumbres a la hora de la comida, son prueba de una gran
dirección.
Ambientada en la década de los 30, yo digo que por ahí de 1937, cuando Cárdenas amplió
la red ferroviaria en aquel México, la película nos cuenta la historia de Manuel Iglesias un
capataz que tiene como tarea atravesar el desierto de Altar Sonora, un David Reynoso, en
uno de los mejores papeles de su carrera, da vida a un personaje, rudo, que aparenta no
tener sentimientos y enfocado solo en su trabajo, esta situación lo lleva a tener una
relación casi inexistente con su esposa y su hijo Jorge Iglesias, interpretado por Enrique
Lizardi, y su mejor amigo Lorenzo Montes, José Elías Moreno.
La calidad de la historia más un impecable trabajo de producción, los actores y las
locaciones, son una muestra del cine que nuestro país dejó en la memoria colectiva de los
amantes del cine. En 1978 se filma el último túnel, una especie de segunda parte
ambientada décadas después. Los actores de soporte entre ellos Rodolfo Landa el
hermano del que sería presidente de la republica de 1970 a 1976, Chelelo, Fernando
Luján, José Carlos Ruiz, y un gran etcétera, la convirtieron en un clásico, asi que si en algún
momento miran hacia el cielo y ven una nube oscura, tengan cuidado, ahí viene el viento
negro.