#Bitácoramultimedios 642.-
Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
Vamos a dar contexto al tema que da título a esta colaboración. Nos situaremos en el siglo V a.c. En Atenas dónde la cultura y la política estaban en su mayor apogeo. La democracia ateniense era un símbolo poderoso en el mundo conocido y contrastaba con la visión de Esparta tendiente a la fuerza militar y la disciplina. Sócrates (Atenas 470 a.C. – 399 a.C.). Fue un pensador que dedicó su vida a filosofar, es decir, cuestionar, criticar, al ser humano; contrario a los anteriores filósofos (presocráticos) que se enfocaron al origen de la naturaleza y el origen del mundo, por medio del principio fundamental: Arkhe; como ejemplo en Tales de Mileto fue el agua, el origen de su concepción del mundo. Sócrates se interesó en el comportamiento moral del ser humano y su apego al concepto de justicia, libertad y democracia. Su método era conocido como mayéutica y se centraba en cuestionar en buscar que salga el conocimiento del mismo ser humano. ¿Y cómo sería ese proceso? Por medio de diálogos que su discípulo más cercano Platón, redactó para la posteridad, recordemos que Sócrates era ágrafo, no escribía sus argumentos, no dejo ningún libro de su autoría todo salió de la pluma de Platón. Por otro lado, los Sofistas, de sophistes (maestros de sabiduría), eran unos especialistas en retórica y oratoria en su mayoría extranjeros, que cobraban por brindar su conocimiento sobre el arte del debate filosófico. Pero a diferencia de Sócrates y sus discípulos, los sofistas eran simuladores, utilizaban su conocimiento para lograr fines prácticos, no para acercarnos a la verdad. Entre sus principales exponentes esta Protágoras. En estos tiempos que vivimos del siglo XXI, aún nos encontramos, como representantes de ambas posturas por el saber y la aplicación de la sabiduría. Unos son Socráticos, buscan la virtud, la ética, la justicia y aplican su conocimiento para fines humanistas que sirvan para acercarnos a lo moral es decir a lo que es bueno para todos. En especial el conocimiento no está destinado a una élite, sino por el contrato todo ser humano puede tener acceso a sus lecciones. Y están los Sofistas, que son los especialistas, los técnicos, los gurús, los que ahora por los vacuos anglicismos se les llaman: coach. Qué nos dan cursos, lecciones, diplomados, maestrías y demás lecciones que con un alto costo económico, en su mayoría viven de ese lucrativo negocio, nos entrenan para estar preparados para las nuevas tendencias de negocios, es decir, nos dicen que es lo que hay que saber para afrontar el presente y el oscuro futuro. Están los sofistas ganando terreno a los Socráticos. Bueno… y yo te pregunto ¿Te nutres de conocimiento como Socrático o le pagas a un Sofista? Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!