Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
La Habana “La Ciudad de las Columnas”
“una ciudad que es emporio de columnas, selvas de columnas, columnata infinita, última urbe en tener columnas en tal demasía, columnas que, por lo demás, al haber salido de los patios originales, han ido trazando una historia de la decadencia de las columnas a través de las edades”. Alejo Carpentier.
Amaneció un poco nublado el cielo de La Habana, la nueva mañana en la calle de Empedrado se presenta con el ajetreo de los trabajadores y escolares habaneros, que se dirigen a sus centros de trabajo y escuelas, concentrados, ensimismados, pero eso sí, sonriendo siempre a su paso al visitante, que se los encuentra en su andar cotidiano. Los estudiantes de primaria van uniformados de variados colores, azul, vino y siempre coordinados con sus paliacates del mismo color al cuello. Las angostas, grises y laberínticas calles de La Habana Vieja, están integradas por edificaciones de más de cinco niveles, que me hacen imaginar que en su tiempo es decir, en las primeras décadas del siglo pasado, presumían un gran potencial económico y una notable arquitectura para una ciudad latinoamericana, sólo a la par de Ciudad de México, Buenos Aires y Sao Paulo. Ahora con el paso del tiempo, las crisis económicas, han hecho su labor de silenciosa y cómplice destrucción, en sus fachadas y en el nulo mantenimiento de sus edificaciones, pero también, observé que ya hay nuevas y mejores edificaciones, modernas, en especial enfocados al turismo, una industria en crecimiento constante, que se puede percibir en especial en el “Paseo del Prado”, que conecta al Malecón con el centro de La Habana Vieja, con sus leones que fueron creados al fundir los cañones que servían para resguardar al Puerto de La Habana, que en su momento fue el más importante para la Corona Española. Caminando, sólo así, caminando, se puede conocer mejor esta Ciudad y así darle la razón, al gran Alejo Carpentier, uno de los más destacados escritores cubanos: La Habana “La Ciudad de las Columnas”, así dejo escrito para la eternidad y es una evidencia total, las imponentes edificaciones que adornan el Malecón, así como la parte de La Habana Vieja, están integradas por decenas de columnas de todos los tamaños y diseños. La Calle Obispo, es la calle más comercial y transitada de la Habana, es un camino lleno de historia, música, cultura y sabor, bares, cafeterías, librerías y comercios; entre otros espacios, dónde se comercializa de todo y para todos. Obispo, es una calle obligatoria, necesaria para conocer, para guardar en nuestra memoria sus variados sonidos y coloridos personajes que la habitan. En la siguiente colaboración, les hablaré de mi impresión al estar frente al Capitolio y otros escenarios memorables en la Bella Habana. Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!