Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
¿Qué es un libro?
Una puerta a lo desconocido dónde te puedes perder entre caminos de letras, para encontrarte al final a ti mismo en esas letras. Es ese laberinto borgiano, que desemboca al mar infinito de tu propia imaginación. Cada paso entre páginas es el inicio de un gran camino de sabiduría y esa sabiduría, está al alcance de todos, sólo, es cuestión de pasar la página y dejar su esencia en nuestra alma. No importa la forma, si es poesía, para alimentar nuestra sensibilidad, para cantar lo épico, lo memorable, lo eterno; si es cuento, es para descubrir, que un relato puede llevarnos a sensaciones inéditas, con tan sólo posar nuestros ojos la hoja que nos refleja, que nos llama a perdernos, en terrenos que son territorios de asombro y pasión. Es la llama que nos hace arder en la novela, en esa construcción, que nos construye, que nos delata, que nos enseña, que hace humano al propio ser humano, a pesar, de la vida y sus lecciones, de sus distantes puertos y oscuras estaciones, de sus montañas y ríos, de sus cantos y silencios, sí, de sus silencios, que nos invitan a pensar, a pensarnos y comprender al otro, en nosotros, en ellos, que nos lo cuentan para que lo vivamos en nuestra intima imaginación. Una ventana, una ventana a nuestro interior, que nos hiere, con la enseñanza, con la magia del conocimiento ancestral que se despliega entre capítulos entre voces que se anidaron en el papel, en nuestro espíritu, siendo el instrumento que nos rescate del canto de las sirenas de la vida cotidiana, que nos impide vivir la magia de la vida. Es el eterno manantial, sí, el caudal de experiencias que nos pide que nos nutramos de él, de su energía, de su fuerza para rescatarnos del marasmo, del impedimento que nos construimos a diario y no nos deja disfrutar, de ser feliz en el instante, o acaso hay otra felicidad que no es la que nos da el instante eterno en que nos encontramos en este momento en que tú aunque puede ser, que no te conozca, tú ya conoces lo que pienso y siento por el libro. ¿Y tú qué piensas? Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!