Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
México es un relato de Jorge Ibargüengoitia.
“¿No opina usted que el uso de los guardaespaldas es indicio de que hay algo podrido en el gobierno?”
Jorge Ibargüengoitia.
También podría ser el mítico “Comala” de Juan Rulfo, el “Macondo” de García Márquez o el “Mordor” de J. R. R. Tolkien, pero México es el “CUÉVANO” del gran Jorge Ibargüengoitia. Cada día que leo la prensa y me entero de los que le pasa a mi país, sin duda, confirmo que México más allá del calificativo del mago André Bretón de que era el “país de Surrealismo”, México como cultura, como microcosmos, es un relato de Jorge Ibargüengoitia. Ante la contundente realidad, nos conformamos con el relato de la hipocresía, del lugar común, del odio endémico que ha logrado que la opinión pública y publicada de nuestra tierra azteca, sea un meta relato, que no concuerda con lo objetivo, con la realidad. Las redes sociales, los columnistas, “líderes de opinión”, son los que nos cuentan un cuento muy tendencioso y visceral. Por ejemplo, para saber que está sucediendo en México, buscó información en portales de la web de otros países, periódicos de otras latitudes, ya no comprendo lo que la prensa mexicana publica, obvio hay sus notables excepciones, cada vez más limitadas, para poder tener mejor información de lo que acontece realmente en México. La realidad se presenta en la casa, en el trabajo, en la plaza, más no se refleja en los medios, hay mucha distorsión, y eso evita que el ciudadano pueda comprender su entorno. Ejemplos: Un tráiler con cientos de cuerpos de muertos desaparecidos, viajando por la calle, es una causal de indignación brutal ¿y que sabemos de eso?, ¿qué hay detrás de ese macabro acto? La ciudadanía de un Estado democrático requiere información, investigación, no rumore ni declaraciones vacuas de politiquillos. Jorge Ibargüengoitia, aún escribe el acontecer mexicano, surreal, absurdo, indolente, macabro, cínico, inepto. Ya es tiempo de cambiar el relato, más realidad, menos nueces, es decir, mayor investigación periodística, menos cuentos gubernamentales y más objetividad, México está en bancarrota moral, no está en estadísticas económicas la prueba de ello, está en tu casa, en tu plaza, en tu sociedad muchas de las pruebas, aún es tiempo, ¿no crees? ¡Todo bien!