Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
Una tarde en “La Plaza de Armas” de Santiago de Querétaro
Hay momentos en la vida, que la ciencia y la tecnología, nos muestran que hay sueños que se pueden cumplir, el avance que el ser humano ha logrado para conquistar la magia de un mundo lleno de enigmas y tesoros, que nos permite comprender, que la vida tiene un sentido, que nos lleva a seguir en esta aleccionadora aventura no exenta de oscuridades y sueños fallidos. El viaje por el tiempo, es una asignatura aún pendiente por la ciencia, aunque se mencionan teorías con sustento científico, que pueden no parecer tan disparatas, “hoyos de gusano”, y demás conceptos de la física, que esperan una pronta comprobación. Por lo antes mencionado, en este tiempo, que tenemos la oportunidad que vivir y compartir, se puede también dar ese viaje fantástico por el tiempo y, un ejemplo de ello, se presenta al visitar el “Centro Histórico” de la Ciudad de Santiago de Querétaro. La experiencia de adentrarse por su “Plaza de Armas” y observar al centro la estatua del Marqués de la Villa del Villar y Águila, que ya su mención es un ejemplo que el amor, puede construir historias y joyas de la arquitectura que marcarán las vidas presentes y futuras, de una ciudad marcada por la leyenda y el sentimiento y nos lleva a la inevitable transición, a otra época, entre centurias que dejaron la semilla, que se manifiesta sólida en la virreinal arquitectura y el verde fluir de sus arbolados contornos, que dotan de una armonía, que marca el escenario perfecto para que el paciente viento de los años, nos toque con su sabio fluir y nos invita a vivir y disfrutar con ello, de una estancia en un tiempo congelado, en la eternidad de la siempre emocionante historia colonial, que con la sabia prudencia de sus años, espera ser escuchada, por el viajante curioso que en los portales gusta de una café, que se acompaña de los únicos colores que se dibujan en los atardeceres queretanos únicos, sin temor a equivocarme. Ante todo esto, me viene a la mente, que ni la ciencia moderna, con su inexorable paso, nos brindará el sensible contacto que un viento, que se ha anidado entre palacetes y calles marcadas por la historia, nos regala, cada día que nos aventuramos a caminar por la Plaza de Armas de la capital de nuestro estado de Querétaro, los invito a sentir el viento que sin duda en un futura llevara algo de ti y de todos nosotros que sentimos una emoción que se grabará en la eternidad este icono del bajío mexicano. Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!