Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
La lectura
A este mundo venimos a aprender, conocer, descubrir y a dejar nuestra huella. El tiempo, siempre nos será efímero, para atrapar la inagotable magia que habita en el planeta y el cosmos. Al momento de ir creciendo, el ser humano se encuentra en su camino sinuoso, lleno de azahares grandes oportunidades, para poder tomar el conocimiento, para tenerlo, atraparlo, robarlo y tenerlo como un poderoso aliado en la búsqueda del sentido de la vida. Como seres imaginativos que somos, nos hemos colocado en estos tiempos, en el umbral de la etapa de más avances tecnológicos en la relativamente breve historia de la humanidad. Desde hace más de mil años, un descubrimiento nos dio el impulso al infinito. La denomino como la “Epifanía indispensable”. Se habla que ese acontecimiento se gestó en occidente en la tierra entre ríos: mesopotamia, dónde la escritura nace, en forma de “cuñas”, por eso, es definida como “cuneiforme”, de allí en adelante, el alfabeto se nos lega como la herramienta que nos acerca inexorablemente al conocimiento. Desde los pergaminos, los rollos, los papiros que se trabajaron en varios puntos del planeta, hasta la aparición de la imprenta. Poco a poco se ha ido perfeccionando, la capacidad para trasmitir el conocimiento y también sin duda, las emociones. Ahora en estos tiempos de tabletas electrónicas, y pantallas que viajan con nosotros a todo momento, es menester reconocer, que como nunca los seres humanos leemos, es decir, nos servimos de instrumentos, dónde la palabra habita y acompaña. Deletreamos y nos deletreamos cada segundo, el tráfico de ideas, imágenes y textos es total e infinito. Por eso mismo, pienso que la lectura es la esencia de la humanidad, es decir, gracias a su presencia, podemos conocer, reconocer, comprender, disfrutar y en concreto vivir, nuestro instante, nuestro momento, nuestro sentimiento. La lectura es la puerta del infinito, es el alimento de la imaginación y cómo de la imaginación surgen las ideas y de las ideas se crea nuestro entorno, la lectura, es el camino que acompaña a la soledad, y que alimenta el espíritu, con la sabiduría del pasado para comprender nuestro presente y construir el futuro. En fin, la lectura es un alimento de infinitos sabores, que nos nutre y da sentido a nuestra vida. Leo, luego existo…Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!