¿Será que la culpa la tiene Voltaire?
Si hay un ejemplo de cómo la cultura puede dar respuestas a nuestra complicada y anómala realidad tanto local como mundial, podemos encontrarlo en el séptimo arte, una prueba plena. El realizador franco-tunecino, Abdellatif Kechiche, (La vida de Adèle, Francia. 2013), en el año 2000 mucho antes que se incrementara y se mediatizara globalmente la herida social de la migración a la vieja Europa de africanos y árabes, en especial (Siria), nos brindó una joya de nombre: La faute à Voltaire, conocida para el público en español cómo: “La Culpa la Tiene Voltaire”. Dónde nos relata la vida y motivaciones de un migrante tunecino, Jallel Brahimi (Sami Bouajila), al llegar a la Francia de las libertades y que con el paso del tiempo, se topa con el desencanto y la enfermedad del alma al descubrir, en palabras de su pareja francesa de origen tunecino, Nassera Younez (La bella, Aure Atika), la frase de Voltaire: “La dicha no es más que un sueño, y el dolor, la realidad”. Siendo este, el macabro, resumen de su estadía en la tierra de la: Liberté, égalité, fraternité. Si tienen la oportunidad, los invito a disfrutar de esta joya, que mereció dos premios César, que se otorgan a lo mejor del cine francés. La música es del genial Georges Brassens. Este intento de reseña de cine, espero sirva, como introducción, para tratar de comprender, el ambiente de intolerancia, en que actualmente nos encontramos, sin duda, no sería malo, releer a François Marie Arouet, conocido como Voltaire y reconocer, que su pensamiento sigue vigente en un mundo, que ha globalizado exitosamente la tecnología, pero en el cual seguimos viviendo en las catacumbas del miedo y el pensamiento primitivo. Si por los años de 1720, este filósofo francés, concluyó que: “El hombre actual ha nacido o bien para vivir entre las convulsiones de la inquietud, o bien en el letargo del aburrimiento”. Sin duda, ya andado un trecho del siglo XXI, notamos con preocupación, que seguimos igual de confundidos y temerosos del otro y de nuestras acciones, con las que diariamente construimos una realidad, no muy optimista. ¿Será que la culpa la tiene Voltaire?, ya que en estos tiempos, es muy redituable apuntar con el dedo flamígero culpas al otro, sin saber, que podemos ser el espejo dónde se refleja eso mismo que buscamos destruir. Yo pensaría, que es mejor la idea que en su tiempo dijo Voltaire ante la convulsión que vivía Francia: “Los ejemplos corrigen mucho mejor que las reprimendas”, espero, que esta sencilla frase de Voltaire, sea entendida y aplicada en estos tiempos de claroscuros…Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!