¿Estamos informados?
Escribe:-Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
“Pero la principal consecuencia de la revolución electrónica ha sido el descubrimiento de que la información es una mercancía que puede reportar grandes ganancias. En el pasado su valor se asociaba a la búsqueda de la verdad, hoy el valor de la información se mide por el interés que puede despertar”. Ryszard Kapuscinski.
La información es una mercancía, eso ya es evidente, lo que ahora es lo esencial es preguntarnos si en realidad estamos informados y eso es grave a estas alturas en dónde se nos bombardea a diario con información, desde variados medios de todas las latitudes. En mi opinión, estamos en un momento de crisis de credibilidad y la veracidad es una “rara avis”, entre tanta información que las mismas prisas y urgencias de este mundo, nos impide con objetividad procesar. Aquí expreso mi mayor respeto a los que ejercen el periodismo en México es evidente, que su profesión es de alto riesgo mortal. Por lo tanto, es un deber moral y cívico, apoyar a los que con profesionalismo y valentía cada día salen a reportear en un territorio hostil lleno de intereses arraigados por décadas yo diría siglos, que han construido un Estado descompuesto por decir lo mínimo. Requerimos democratizar el periodismo para difundir y valorar a los periodistas de a pie, sin recursos y sin ningún grupo corporativo empresarial tanto nacional o trasnacional, que otorgue apoyo, es decir, medios de seguridad y garantías, para ejercer su noble oficio. Es urgente esa labor ante una irrupción de contenidos informativos precarios y alejados de lo importante. Es de todos sabido, que la misión del periodista es con el ciudadano no con el poderoso, sea de dónde sea, el poder público, religioso o empresarial. No estoy revelando el hilo negro, que periodista que no incomoda al poder establecido no está haciendo bien su trabajo. No es apropiado sólo enfocar la crítica en un gobierno, partido político o grupo de poder y hacerse de la vista gorda con el gobierno de su simpatía, este debate está de más, el periodista, nunca debe estar cerca del poder, sino, se convierte en uno más de los bien remunerados publirrelacionistas disponibles al mejor postor. La información no es una mercancía, es un derecho, un elemento objetivo para poder tomar decisiones y tener elementos para vigilar el poder tanto de gobierno, como el empresarial, religioso y de toda índole que cada día, busca tejer sus intereses para lograr más espacio para resguardar y acrecentar sus intereses que en la mayoría de las ocasiones fluyen en contra de los ciudadanos, el medio ambiente y el Estado de Derecho. ¿Estamos informados? o ¿Estamos manipulados? La democracia no es sólo votar y ser votado, es un universo, una misión que cada día debe crecer de la mano de la participación de una ciudadanía bien informada, empoderada y por ello, requerimos de un periodismo que no vea su labor como una mercancía sino, como una oportunidad de contrapeso ante un poder económico cada vez más voraz y que ya tomo al poder público desde hace tiempo. Periodistas, reporteros y demás comunicadores, los comprendemos y por eso los valoramos, el reto que enfrentan es titánico y sabemos que el Estado ha fallado en otorgarles garantías de seguridad, sin duda, por ello son valorados por la ciudadanía. Cómo dijo el gran Ryszard Kapuscinski: “Los cínicos no sirven para este oficio”. ¿Qué opinan? Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!