#BitácoraMultimedios 640.-
Actúa como si Epicuro te estuviese viendo.
Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
En una isla del mar egeo frente a las costas de lo que hoy es Turquía: Samos nació el primero de noviembre de 341 a.c. Epicuro. Su pensamiento tuvo notables influencias de Demócrito, Aristóteles y los cínicos. De Demócrito tomo su postura materialista de Aristóteles el punto medio, la moderación y de los cínicos su tendencia a la libertad de actuar en el mundo sin culpa. Se le ha calificado por sus detractores como un filósofo enfocado en el destrampe del placer, Hedonista pero, es una de las tantas malas lecturas que tendenciosos historiadores de las ideas han realizado de notables exponentes de la filosofía helenística, que fue la que se desarrolló en los tiempos de la caída del Imperio de Alejandro Magno, alumno de Aristóteles que a raíz de su muerte a los treinta y tres años, su amplio Imperio quedó dividido por sus generales, creando una época de desorden y falta de valores en un amplio territorio que en su momento abarcaba desde Macedonia, Grecia, hasta tierras lejanas de la India, Irak y Afganistán. Ante ese contexto Epicuro, se enfocó a difundir en su centro de enseñanza “El Jardín” a las afueras de Atenas, principios como los siguientes: “No temas a los dioses”; “No temas a la muerte”, “busca el placer con moderación” y enfócate en la Ataraxia: Estado de ánimo que se caracteriza por la tranquilidad y la total ausencia de deseos y temores. Cuando se refería a evitar el temor a la muerte, al tener su pensamiento enfocado en las “sensaciones de los sentidos”, decía que cuando la muerte llega ya no estaremos allí, no sentiremos nada y, cuando postulaba no temer a los dioses, proponía que los dioses eran perfectos y no les interesaba asomarse al mundo de los humanos imperfectos; los dioses se ocupaban de otras cosas y aconsejaba cuidarse y trabajar en nuestras vidas, para que las cosas positivas sucedan sin necesidad de la intervención divina. Se resalta que en su centro educativo: El Jardín, podían entrar mujeres (hetairas), hombres, niños, gente pobre es decir, no había discriminación, caso contrastante con otros centros educativos como la Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles dónde no entraba cualquiera, sólo puro “iniciado” es decir, pura élite. Epicuro podría ser considerado el primer filósofo feminista de la historia, dado que valoraba a la mujer y la colocaba al mismo nivel que los hombres algo que ni Aristóteles y los demás filósofos de su tiempo tenían en mente y espíritu en sus lecciones. Leer a Epicuro nos llevará a comprender que se puede vivir una vida placentera, sin necesidad de los excesos que nos imponen los intereses económicos, pues decía muy cercano del pensamiento cínico, que si nos acostumbramos a vivir con poco, podremos ser ricos “y nunca será suficiente lo que tengamos” siempre buscaremos conseguir nuestros deseos, sin pensar que todo lo que hoy tenemos sin duda fue fruto de un deseo anterior y nunca, nunca, podremos colmarlos en un mundo lleno de falsos satisfactores, que en ocasiones (la mayoría) solo nos producen más vacío. En estos tiempos es muy recomendable como decían sus amigos: “Actuar como si Epicuro te estuviese viendo”. Epicuro, murió cerca de sus discípulos por intensos dolores del estómago y, con congruencia hasta el final a sus doctrinas, al valorar a la amistad como el mayor bien y comprender que nunca habrá un dolor tan intenso, que no lo pudiésemos sobrellevar con nuestra mente e inteligencia, enfocándonos en los buenos recuerdos que sin duda, son nuestros tesoros más valiosos que obtendremos en esta vida llena de despojos injustos pero también de enseñanza.
Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!