Comenzaron a circular, prácticamente todos los días, encuestas rumbo al 2024, ya sabe usted, nos encanta querer predecir el futuro.
Pero más allá de lo que marquen hoy los números hacia la sucesión presidencial, es un hecho que el partido político MORENA llega con casi la misma fuerza que en 2018. En lo que va del sexenio han logrado conquistar 22 estados de la República y en todas las encuestas aparecen como punteros sus “corcholatas”.
Vale la pena hacer la reflexión pues había quienes apostaban a que MORENA era igual a López Obrador, pero que sin él en la boleta se desplomaría electoralmente, nada pareciera más lejos de la realidad.
Las mañaneras y la estrategia de comunicación que se dicta desde palacio nacional han dado resultados electorales, es innegable. Hoy un partido político manda en la boleta a personas impresentables y ganan con amplio margen las elecciones. El hartazgo social por ese “terrible” pasado que nos recuerdan todos los días desde el presente ha dado sin duda alguna resultados
No existe evidencia cierta, datos duros que respalden que hoy México es mejor que ayer, ni en economía, combate a la pobreza, seguridad, educación, bueno ni siquiera en combatir la corrupción que era la principal bandera de esta administración hemos mejorado.
El discurso fácil que llevamos cuatro años escuchando es que todo es culpa del pasado, que estamos en un proceso de transformación y llevará tiempo. Qué más da si fue el propio Presidente quien se puso metas en el tiempo para el cumplimiento de sus compromisos, siempre culpar al pasado le resultará más redituable, hasta ahora ha sido electoralmente infalible.
Lo realmente preocupante es que las tendencias no ceden, no cambian, me refiero por un lado a que los números de los resultados gubernamentales siguen decreciendo, tenemos la mayor cantidad de homicidios dolosos de la historia, los peores índices de nivel educativo, una administración penosa y criminal del sistema de salud, el mayor número de incremento en la pobreza y un largo etcétera. Sin embargo, a pesar de los datos duros, la percepción y la tendencia en la votación sigue favoreciendo a MORENA, increíble pero cierto, hoy puede más la mala memoria del pasado que el terrible presente.