Lic. Roberto Cárdenas Cachoa
Barranco y San Isidro, distritos de Lima, Perú, que hay que conocer.
“El Perú, como el Aleph de Borges, es en pequeño formato el mundo entero. ¡Qué extraordinario privilegio el de un país que no tiene identidad porque las tiene todas!”
Mario Vargas Llosa
Lima, sí, Lima, es una bella ciudad, es una implacable emoción, es una gran oportunidad de conocer y después comprender, como la sensible armonía, la poética sencillez y el abundante color, son la fórmula perfecta, para crear una experiencia para todos memorable. Es de vital importancia acercarse a la capital del Perú, por lo menos con una idea general, basada en su historia, sus personajes, su cultura, su música, y ahora en especial, por su gastronomía, que triunfa en el mundo, por su diversidad, y sabor. Si estás viviendo la experiencia de estar en Lima, debes de probar sin falta su comida, no importa si es en un lujoso restaurante o en la calle, invierte un poco de tu dinero para disfrutar la ciudad que tiene una variedad infinita para tu paladar, no te arrepentirás. Lima, consiste en observar, sentir, andar, descubrir y paladear. El peruano, está muy orgulloso de su historia, de su cultura y ahora de su gastronomía. Date tu tiempo para tomar un “Pisco sour”, que es la bebida bandera, y no olviden, en Perú se dice: El Pisco es peruano, sólo peruano, lo demás es aguardiente chileno; la Chicha morada, y porque no, una fría “Inca Cola”. Ahora estaremos visitando el “Barrio de Barranco” y “San Isidro”, lugares emblemáticos de esta centenaria ciudad. En Barranco, habita la nostalgia, el ambiente bohemio, que se percibe por todos los rincones de sus calles, espacios públicos, bares, cafés y restaurantes. En el “Puente de los Suspiros”, debes de cruzarlo aguantando la respiración, para que tu deseo se cumpla. En sus infinitas noches, el ajetreo es su esencia, las parejas de enamorados, tienen aquí su territorio en que es aplicada una “tregua”, ante la vida cotidiana estresante del empleado limeño. Visitar este espacio dónde el tiempo se detiene al compás de un vals criollo, de música y sabor, es una experiencia esencial que se debe de vivir en esta melancólica ciudad. Al día siguiente nos tocó pasar por el distrito financiero de Lima: “San Isidro”, es una zona interesante de contraste entre la modernidad de los edificios de oficinas y el legado colonial, que dan espacio a la presencia de los siglos, que conviven en su arquitectura en Lima, y la hacen una ciudad multicultural, no olvidando los vestigios arqueológicos que están presentes desde antes de la fundación de la “Ciudad de los Reyes”. El tráfico es constante, pero aun así, se puede observar el andar de oficinistas y comerciantes en su trabajo diario. Lima es una ciudad pujante en la economía y por ello, este distrito vive a una velocidad al compás del progreso. Barranco y San Isidro, son barrios contrastantes, que le dan esa identidad a Lima, que la convierte en una Ciudad que tiene todo, para ser memorable para el visitante y sin duda para el limeño que vive en sus laberintos mágicos. Les dejo mi Twitter: @robercachoa ¡Todo bien!